Inocencio Arias rectifica a Zapatero en el escándalo del 'supercañón'

El secretario de Estado para la Cooperación, Inocencio Arias, admitió ayer, ante la Comisión de Exteriores del Congreso, que los servicios de información españoles investigaron la presunta relación de una empresa española a la que no citó -Trebelan, de Vitoria- con el proyecto iraquí de construir un supercañón.Aunque no se pudo demostrar que la partida de cojinetes que la citada empresa pretendía vender el pasado año a Irak tuviera relación con el proyecto, la junta interministerial encargada de controlar las exportaciones de armas decidió anular la licencia de exportación, según explicó el alto cargo de Exteriores, que entonces era vicepresidente de la junta.

Cuando se prohibió la exportación, una parte de los cojinetes había salido ya hacia Irak, aunque con los mismos ,sólo se podía fabricar un minicañón" y no un "hiper-maxi-mega-cojo-cañón", agregó Arias, provocando las risas de los asistentes. El proyecto iraquí fue denunciado la pasada primavera por las autoridades británicas y algunas piezas presuntamente relacionadas con el mismo fueron confiscadas en varios países europeos.

La respuesta que dio ayer Arias contradice la del Gobierno al diputado popular Javier Rupérez en octubre. Ante el interés de Rupérez por la investigación en torno a la implicación de una empresa española en el supercañón (ver EL PAÍS del 23 de mayo de 1990), el Gobierno contestó por escrito: "No se tiene conocimiento sobre dicho tema".