Lluís Llach define su último disco como "de alta exigencia"

El cantautor catalán Lluís Llach (Vergés, 1948) presentó ayer en Madrid su último disco Torna aviat (Vuelve pronto), que el músico define como de alta exigencia"."Siempre pretendo trabajar así", declaró ayer Llach. "y hemos utilizado todos los medios para hacer un disco en 1991 del que no me arrepienta en 1993. Para eso, me fui a casa". Llach, que comenzó su carrera artística en 1967, y sus músicos han trabajado durante dos meses en la casa que el cantante tiene en Parlavá, donde se ha grabado Torna auiat con la ayuda de un equipo móvil, el camión, de 48 pistas digitales. "Quería que el disco fuese el resultado de un trabajo conjunto, y no de una relación musical de dos horas".

En la grabación del elepé ha colaborado Victoria de los Ángeles. "Es una canción de amor, de agradecimiento. Cuando hicieron a Victoria de los Ángeles doctor honoris causa en Barcelona, recordé que su padre era bedel en la universidad y su madre limpiaba el mismo recinto donde se celebraba la ceremonia. Aquella noche, durante el nombramiento, pasaron cosas muy especiales, y me vino la idea de una canción: Au blanca (Ave blanca). He tenido la suerte de que aceptara cantar en mi disco. En Torna aviat, también hay una canción de amor dedicada al poeta Miquel Martí i Pol, y dos composiciones de Joan Americ y María del Mar Bonet.

En el elepé hay una canción dedicada a los insumisos. "Me enamoré de sus ideas", dice el cantante. "Me invitaron hace dos años a dar un recital, cuando este tema no estaba de moda, y reunimos a 10.000 personas. Pienso que hoy es una de las luchas que más pone en cuestión al sistema".