'Geishas' y samuráis
Una ligera sordera y su escaso pelo blanco ocultan una mente de sorprendente agilidad que considera que el violín y la política son, con frecuencia instrumentos de armonía mal utilizados.
Refiriéndose a algunos intérpretes más jóvenes, dice: "Son geishas o samuráis; destruyen el concierto de Brahms sin ningún sentido de proporciones ni límites o se dedican simplemente a tocar las notas, o destrozan el concierto de Bartok porque se sabe que era un húngaro de sangre caliente. Además, al público tampoco se le ha enseñado la cuestión del estilo".
Sin embargo, también se considera admirador de violinistas jóvenes como Vladimir Spivakov y Yuri Bashmet, en la Unión Soviética, y Robert McDuffie, uno de los muchos ex estudiantes de Dorothy DeLay en la Juilliard School de Nueva York. "Pero ni en la Juilliard ni en Moscú se pracfica suficiente música de cámara", se queja.
Recordó a un entrevistador que había ganado el derecho de conservar su ciudadanía norteamericana en una famosa disputa con un funcionario de la Embajada de Estados Unidos de Suiza hace 20 años, cuando había aceptado la ciudadanía honorífica suiza. Pero Menuhin también es ciudadano británico.
No tiene ningún empacho en expresar sus opiniones políticas cuando la ocasión lo requiere. California, el Estado donde creció, está recortando los presupuestos para escuelas de música, dice. "Ellos", refiriéndose evidenterriente a los Gobiernos de todas partes, "nunca rebajan los impuestos; recortan los presupuestos, el arte y la cultura. todo aquello por lo que vale la pena vivir".
