Los comunistas portugueses apoyan la concesión de un canal de televisión a la Iglesia

El secretario general del Partido Comunista Portugués, Álvaro Cunhal, ha sorprendido a todo el mundo con una toma de posición a favor de la candidatura de un grupo de entidades ligadas a la jerarquía católica portuguesa para la concesión de uno de los dos canales priados de televisión que serán creados en Portugal en 1992.

Según Cunhal, esta pretensión es "lógica", ya que la mayoría de los portugueses profesa la religión católica y las instituciones que patrocinan el proyecto de Televisión Independiente, uno de los tres candidatos a los dos canales privados, desempeñan una importante labor social.Por el contrario, algunos sectores católicos no ven con muy buenos ojos las grandes inversiones que instituciones tradicionalmente orientadas hacia la asistencia social, como Cáritas y varias congregaciones religiosas, se disponen a hacer para financiar la televisión de la Iglesia, ya que unos malos resultados de la empresa pueden poner en peligro la 1abor principal y vocacional" de las mismas. Según un responsable de la Televisión Independiente (TVI), ésta no será "confesional", aunque se inspíre en "los valores y en la moral cristiana".

Dándose por segura la concesión de uno de los dos canales privados a la Iglesia, la lucha se cen ra en re la SIC, de Francisco Pinto Balsemáo, ex primer ministro y propietario del semanario Expresso y del diario A Capital por una parte, y la TV-1 de Proença de Carvalho, ligado a Carlos Barbosa, dueño del diario Correio da Manha, de la radio del mismo nombre y de la revista Marie Claire. La corícesión de los canales privados se conocerá antes del verano pero estos no emitirán programación regular hasta dentro de al menos un año.