Triunfo y percances

Palomo / Vaamonde, Martínez, TatoNovillos de Palomo Linares, con trapío y nobleza, excepto 6º peligroso, y 5º sobrero, de Arturo Sánchez, manso. Antonio Vaamonde: silencio en el único que mató y, tras una enganchada que le desgarró la taleguilla, pasó a la enfermería. Angel Martínez: aviso y ovación; oreja; ovación. El Tato: silencio; palmas, tras las que pasó a la enfermería. Vaamonde fue atendido de una herida en la zona testicular, de pronóstico menos grave. El Tato, de un puntazo en muslo derecho, de pronóstico leve. Media entrada. Plaza de Las Ventas, 7 de abril.

La fiesta mostró ayer en la plaza de Las Ventas su faceta agridulce, con la alegría del triunfo de Ángel Martínez y el drama de los percances de Antonio Vaamonde y El Tato. Las cogidas, que no revistieron mucha gravedad, por lo que los coletudos pasaron a la enfermería por su propio pie, sí les impidieron a ambos continuar la lidia. Por contra, un radiante Martínez abandonaba el coso, henchido de moral y con la oreja del quinto burel adornando su esportón.

Los hados del destino no le fueron propicios al debutante Antonio Vaamonde y le regalaron una cornada en sus partes nobles que le desgarraron la taleguilla. Fue producto del pundonoroso gesto del torero al intentar extraer el estoque, que había atravesado feamente a un bicorne algo tardo y distraído.

Grisura

Tampoco era el día de El Tato, pues no repitió la buena impresión causada en la afición hace tres semanas, cuando con lluvia en la plaza y huracanados vientos se presentó en la Monumental. El torero maño rebulló grismente y perfilero con su lote.Martínez ya lució su temple y ligazón con el segundo, aunque falló a espadas. Añadió gusto y clase con el cuarto, y macheteó con eficacia al peligroso sexto toro.