Irak acepta las duras condiciones de la ONU para acabar la guerra
El Parlamento iraquí aceptó ayer la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que le impone duras condiciones, para un alto el fuego, a pesar de considerarla "injusta". Por otro lado, el Consejo adoptó en la madrugada de ayer una histórica resolución al condenar la represión del régimen de Sadam Husein contra la minoría kurda.
"No nos queda más remedio que aceptar la resolución para frustrar la conspiración norteamericana-sionista contra Irak", concluyó el informe de los comités jurídico y de exteriores de la Cámara, que recomendaron su aprobación a los diputados de la imposición de la ONU que podrá poner Fin a la guerra.Ayer, el ministro de Exteriores turco, Ahmet Kurtcebe, informó que 1.500 refugiados kurdos que huían a Turquía han muerto en los últimos días por el frío las enfermedades.
Para controlar mejor el proceso de aplicación de las condiciones para el alto el fuego, Sadam Husein nombró ayer un nuevo ministro de Defensa de su plena confianza, su yerno, el general Husein Kamel Hasan, quien en su primer acto oficial remitió una carta de 23 folios a la ONU en la que establece "ciertas reservas" a 'la aceptación de la resolución 587 sobre diversos puntos de la misma (las fronteras, el desarme ofensivo y defensivo, reparación de daños de guerra, armas de destrucción masiva y retirada de tropas), lo que provocó una reacción inmediata del embajador norteamericano ante el organismo internacional, Thomas Pickering, en la que afirmó que la aceptación iraquí "debe ser clara e incondicional".
La resolución 688 del Consejo de Seguridad de la ONU, que condena la represión iraquí contra los kurdos, no tiene precedentes, ya que por primera vez en su historia establece que la represión interna en un país miembro y cl éxodo de refugiados por la represión política es "una amenaza para la paz y la seguridad internacionales",
La condena de la ONU hace referencia especial a los kurdos y solicita, además, el comienzo de un diálogo entre Bagdad y las minorías rebeldes.
La conflictiva resolución 688, que marca un precedente en la doctrina jurídica de la organización mundial, sólo consiguió un voto más de los nueve necesarios para su aprobación. De los 15 miembros del Consejo, tres votaron en contra (Cuba. Yemen y Zimbabue), dos se abstuvieron (China e India) y nueve (EE UU, la URSS, el Reino Unido, Bélgica, Austria, Ecuador, Costa de Marfil, Rumania y Zaire) apoyaron a Francia, patrocinadora de la resolución contra Irak.
Páginas 2 y 3
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