_
_
_
_

Defensa quiere que el cumplimiento de la "mili" desgrave en el impuesto sobre la renta familiar

Miguel González

El Ministerio de Defensa está estudiando la posibilidad de que la realización de la mili por alguno de sus miembros desgrave en la declaración del impuesto sobre la renta de la familia. Ésta es una de las ideas en las que trabaja dicho departamento, según fuentes próximas al mismo, para conseguir que el cumplimiento de los deberes militares, si bien conserve su carácter "altruista", al menos no suponga, como hasta ahora, "una carga económica suplementaria para las familias". En el Ministerio de Economía y Hacienda se asegura no tener conocimiento, por ahora, de esta propuesta.

Los responsables del Ministerio de Defensa sostienen que el servicio rnilitar, además de obligatorio, debe ser "altruista"; es decir, no retribuido. Sin embargo, admiten que el cumplimiento de la míli tampoco debe originar un gasto añadido para las familias. que actualmente tienen que subvencionar a los jóvenes incorporados a filas. Ello es consecuencia de que las 1.000 pesetas mensuales que perciben los soldados y, marineros de reemplazo, en concepto de haber en mano, no alcanza para cubrir ni una mínima parte de sus gastos.El departamento que dirige Julián García Vargas está estudiando una elevación sustancial de este haber en rnano, que probablemente cambiará también de nombre.

10.000 pesetas

Respecto a su cuantía, el punto ,le referencia son 10.000 pesetas al mes, ya que esta cantidad se considera suficiente para atender los gastos ordinarios de un joven de 20 años, según estimaciones de diversas instituciones, como la Dirección General de la Juventud, con cuyos responsables se han entrevistado en varía ocasiones los cargos del Ministerio de Defensa que trabajan en e proyecto. Esta cifra se aproxima además a la media de los paíse del entorno; entre las 8.000 pese ta.s que reciben los soldadgs de reemplazo en Francia y la 11.000 que perciben los italianos

El Ministerio de Defensa quiere evitar, no obstante, que e clebate se polarice en torno a la entrega directa de dinero a los soldados y esta explorando otra fórmulas; como la desgravación en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) o la subvención de los desplazamien tos durante los permisos (actualmente solo se abona al soldado e viaje de incorporación al cuartel y el de regreso al domicilio tras el licenclai-n lento).

El director general del Servicio Militar, Laurcano García, no ha querido, a preguntas de EL PAÍS, confirmar ni desmentir el contenido de estos estudics, alegando que el plan de modernización de la mili, en el que se encuadran, está pendiente de que la ponencia constituida en el Congreso apruebe su dictamen sobre el modelo de Fuerzas Armadas y el sistema de reclutamiento. No obstante, el propio Laureno García, en un serninarío sobre el servicio militar celebrado a mediados de diciembre en Toledo, ya expresó la "preocupación del ministerio porque "el llamado haber en mano es actualmnente menos que simbólico" y porque el cumplimiento de la mili "no debe representar, como ahora, una carga para la econorría de las familias".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Algunas de las, medidas que pretenden modernizar el servicio

mílitar ya han sido incluic.as, a propuesta del Ministerio de De fensa, en el Plan Integral de la Juventud, pendiente de ap:-obación por el Gobierno. En dicho plan figura la reducción le la mili a nueve meses; el código de derechos y deberes de los soldados; la información sobre el servicio militar; la protección social frente a accidentes durante el periodo en filas; la promoción del deporte y la cultura en los cuarteles; la formación educativa y profesional; la instalación en dependencias castrenses de teléfonos para uso del personal de tropa; la mejora en las condiciones de habitabilidad de los acuartelamientos; o la sustitución de militares de reemplazo por contratados civiles y medios electrón¡cos en cuantas funciones sea posible hacerlo.

En el Ministerio de Defensa se asegura que no existe aún una memoria económica completa sobre el coste de este plan, pero se agrega que "modernizar la mili resulta muy caro". Los alrededor de 25.000 millones anuales que costaría pagar unas 10.000 pesetas al mes a los más de 200.000 soldados de reemplazo no constituyen ni siquiera la partida más abultada. Hay que considerar el coste de la contratación de personal civil, para atender tareas de linipleza por ejemplo; o la adquisión de medios electrónicos de seguridad, que permitirían elírrunar buena parte de las aborrecidas guardias; sin olvidar las necesarias obras de restauración para mejorar la habitabilidad de muchos cuarteles.

La modernización del servicio militar pasa también, según los planes de Defensa, por la elaboración de un catalogo de puestos en las distintas unidades a partir del cual situar a cada recluta en el destino más apropiado, en función de sus capacidades y preferencias, siempre que las necesidades lo permitan; por la reforma del actual sistema de prórrogas, de modo que se elija el momento de incorporación a filas, dentro de un perlodo que podría abarcar de los 18 a los 23 años; o por la revisión clel cuadro de exclusiones médicas, de forma que sólo se libren de la mili quienes también estén incapacitados para la actividad laboral. Un servicio militar "más flexible, racíonal y universal", en palabras de sus reformadores.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_