_
_
_
_

La economía española se normaliza, pero no se reactivará hasta el segundo semestre del año

Victoria Carvajal

La recuperación de la actividad en sectores como el turístico, la publicidad o las ventas de coches animará a las compañías europeas, norteamericanas y japonesas a llevar a cabo los planes de inversión aplazados durante la crisis del Golfo. Las autoridades monetarias, preocupadas por reactivar esta inversión, se muestran más -complacientes con la inflación y, permiten una relajación en los tipos de interés. La sensación entre los analistas españoles es que el enfriamiento ha tocado fondo, pero que la vuelta a la normalídad será lenta y sus efectos no se notarán hasta la segunda mitad del año.

"Existe una frontera muy rara entre optimismo y euforia. En este caso, hay motivos para ser optimista en cuanto a la recuperación de la actividad económica, aunque existe el peligro de volver a una situación de recalentamiento nada deseable", declara Emilio Ontiveros, catedrático de Economía de la Empresa en la Universidad Autónoma de Madrid.

Ontiveros señala que uno de los efectos positivos de la crisis del Golfo en España ha sido precisamente el ajuste de la demanola interna durante el segundo semestre de 1990. El incremento de la demanda interna en los últimos años fue, en opinión de los expertos, la causa fundamental de los desequilibrios que aún persisten en la economía española.

Por otra parte, el comportamiento de los consumidores es un buen baremo para medir el pulso de la recuperación econórnica. Su renovada confianza, que en Estados Unidos subió hasta el 81% en marzo frente al 59% de febrero, responde al cambio de escenario económico antes y después de la guerra.

Un barril de petróleo a 19 dólares frente a los 28 que costaba el último trimestre de 1990, una inflación mejor de la esperada y unos tipos de interés con tendenela a la baja, son los ingredientes que propician este optimismo, refrendado por declaraciones iristitucionales. Hace poco más de un mes en Bruselas, el propio ministro de Economía, Carlos Solchaga, declaraba que la economía española podía crecer este año más del 3% frente al 2,5% calculado por el gobernador del Banco de España, Marlano Rubio unos días antes. Otras previsiones, como la del banco de inversiones Morgan Stanley, el fran el crecimiento de la economía española en el 2,6%.

Problemas latentes

Pero el final de la crisis del Golfo no soluciona los problemas ya existentes antes de la invasión el pasado mes de agosto. Los síntomas de enfriamiento que azotaban a las economías europeas respondían a la doble presión de unos elevados tipos de interés reales y unas monedas muy sobrevaloradas. El primero estaba deprimiendo la inversión industrial; y el segundo, restando competencia a las exportaciones.

A esta delicada situación vino a sumarse la incertidumbre de la crisis del Golfo que provocó una parálisis generalizada de los aigentes económicos y, en consecuencia, una preocupante desaceleración del crecimiento económico, que en los países de habla inglesa se convirtió en recesíón. En el cuarto trimestre del año pasado, cuando los costes energéticos se dispararon, la producción indusTrial cayó en España, Reino Unido, Italia, Francla, Estados Unidos y Canadá.

Los sectores más afectados fueron los más sensibles al rriantenímiento de unos tipos de nterés alto, que incluye los bienes de consumo duradero como los coches y la vivienda, y la inversión en bienes de equipo y la industria pesada. En Espafia, las ventas de coches en 1990 cayeron un 12,6% y el sector sobrevivió gracias a las exportaciones que representan el 63,5% de la produción nacional. Desde que terminó la guerra, el sector ha notado una leve recuperación, pero según la patronal del sector (ANFAC)," esta reactivación será lenta". Ahora que el Banco de España ha relajado la política monetaría, la demanda de crédito para el consumo de automóviles y bienes duraderos puede recuperarse. Así lo cree la directora del servicio de estudios del Banco Bilbao Vizcaya, Carmen Alcalde, quién prevé que se reactivará el crédito para la financiación de inversiones aplazadas. "Marzo mostrará una evolución positiva, pero ésta será más notable a partir de abril", señala.

Algunas de estas inversiones aplazadas, como las publicitarias, están siendo aprobadas estos días, según coinciden las principales agericias publicitarias. "Antes se aprobaban sólo presupuestos parciales, para un mes, ahora están empezando a aprobar los anuales. Se nota sobre todo en los sectores de la banca, automocl ón y las multinacionales", comenta Manuel Gil, representante de la agencia Media Europa.

Más preocupante es la desaceleración de la inversión industríal en bienes de equipo y en viviendas que, según José Folgado, director del departamento de Economía de la CEOE, ha pasado de crecer un 10% a caer en el mismo porcentaje.

Folgado se lamenta de esta vertiginosa caída de la inversión "sobre todo a efectos de la confianza" y cree que seguirá" agarrotada" hasta la segunda mitad de 1991, en espem de unos mayores descensos en los tipos. El responsable del área de estudios de la patronal considera que es necesarla una bajada de dos puntos en los tipos, adernás de que el Gobierno baje su recaudación en "frentes que afectan el ahorro y la inversión empresarial".

El turismo

Otro de los sectores severamente afectados por el enfriamiento económico ha sido el turismo, que en España es una de las principales fuentes de: ingresos ya que representa el 9% del Producto Interior Bruto (PIB). Las perspectivas para este año son más optimistas. Según la Secretaría de Estado de Turismo, en 1991 se recuperarán los niveles alcanzados en 1989, año en que se registró la entrada de 54 millones de extranjeros.

No obstante, esta recuperación se produce por la exclusión de terceros lugares como Turquía, Marruecos, Túnez y Yugoslavia, por cuestiones internas. Los problemas estructurales del sector siguen sin solucionarse y, según recomendó el anterior titular del desaparecido Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones, José Barrionuevo, "no hay que dejarse llevar por la euforia".

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_