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La resurrección de los kurdos

Turquía admite la existencia del Kurdistán por primera vez desde la I Guerra Mundial

De repente, los kurdos existen en Turquía. La crisis del Golfo y el pragmatismo de Turgut Ozal han obrado el milagro. El eufemismo turcos de las montañas comienza a caer en desuso. El presidente anuncia que el uso de su lengua será pronto legal. Se refiere a los kurdos iraquíes, pero lo que importa es la ruptura del tabú. Por primera vez desde la construcción de la Turquía moderna con las cenizas del Imperio Otomano, después de la I Guerra Mundial, los kurdos están en candelero, y con su nombre.Al sureste, al otro lado de la frontera iraquí, los combatientes de Masud Barzani (líder el Partido Democrático del Kurdistán) y Jalal Talabani (que encabeza la Unión Patriótica del Kurdistán) luchan contra las fuerzas de Sadam Husein, controlan territorios, toman ciudades y las defienden con suerte diversa. Y, en el lado turco, el reflejo de aquel conflicto evoca el propio, el que desde hace siete años libran el Ejército y la guerrilla del Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK) de Abdalá Oçalán.

"Combatimos codo a codo con nuestros camaradas en Irak", asegura un representante del Frente de Liberación Nacional del Kurdistán, que tiene como base mayoritaria al PKK. "Nuestra lucha es común". Pero no hay pruebas de que esta cooperación sea sistemática y masiva. Peor aún, los militantes del PKK no pueden disimular su preocupación por la reciente entrevista de Talabani y un representante de Barzani en Ankara, con el subsecretario de Asuntos Exteriores turco, Tugay Ozcery.

Del encuentro salió, según fuentes periodísticas, un acuerdo informal de tres puntos: rechazo a la paz con Sadam Husein; apoyo a un Irak en el que el poder esté compartido entre suníes, shiíes y kurdos; y aceptación para el Kurdistán iraquí de cualquier fórmula que no sea la independencia, es decir, un sistema federativo en el que podría caber una provincia turcomana.

Lo que teme Oçalán es que además, Ozal haya arrancado a sus invitados la promesa de que le ayudarán en su guerra particular con el PKK.

Sospechas

"Turquía puede confiar en nosotros. No perjudicaremos sus intereses", declaró Talabani al diario Gunes. "Cada parte del Kurdistán se liberará por sí misma , aseguró por su parte Oçalán, cuya bestia negra es Barzani, al que no duda en calificar de "agente turco" y de quien teme un ataque militar directo.

El encuentro de Ankara y las diferentes versiones que de él dieron el Gobierno y los líderes kurdos han suscitado una enorme controversia. Para el dirigente conservador Suleirnán Demirel, Ozal es un traidor, "como cualquiera que ponga en cuestión la unidad nacional".

Así las cosas, es difícil dar crédito a las noticias, sin confirmación independiente, que indican que los apocular del PKK combaten junto a los peshmergas de Irak. Existe, sin embargo, una teórica alianza entre kurdos turcos, iraquies e iraníes, que se plasma en un comité de preparación del denominado Consejo de Liberación Nacional del Kurdistán, mientras en el norte de Irak se pretende crear un Gobierno de salvación nacional.

¿Por qué luchan los kurdos? Su objetivo utópico es la independencia, la formación de un Estado que se repartiría entre Turquía, Irak, Irán, Siria y la URSS, con una población de entre 15 y 20 millones de personas. El tratado de Sevres abrió en 1920 paso a esa utopía, pero el de Lausana (en 1923) y la cruda realidad han hecho rebajar los objetivos. Los kurdos de Turquía quieren fundamentalmente el reconocimiento del derecho de autodeterminación, de su cultura y personalidad como pueblo.

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