El arsenal entregado por el ex embajador de Irak entró en España antes de 1985

El ex embajador iraquí Arshad Tawfic Ismail declaró a funcionarios españoles, antes de viajar a Arabia Saudí el pasado domingo, que el arsenal que entregó estaba ya en la representación diplomática de Irak en España cuando asumió la misma, en 1985, lo que descartaría que se tratara de un envío de Bagdad para desencadenar acciones terroristas con ocasión de la guerra del Golfo.

, Las autoridades españolas tienen la sospecha de que el ex embajador iraquí, Arshad Tawfic, quiso garantizar la concesión de la solicitud de asilo con la magnificación de la entrega de un arsenal que se hallaba oculto en la embajada de Irak en España con anterioridad a que él ocupara el cargo, el 17 de enero de 1985, seis años antes de que comenzara la guerra del Golfo. Cuando Tawfic presentó su solicitud de asilo, el pasado 10 de marzo, el ex embajador dejó creer que se trataba de un arsenal enviado por las autoridades de Bagdad para organizar acciones terroristas contra los aliados.Posteriormente, el ex diplomático, que ha mantenido entrevistas con altos cargos de los ministerios de Asuntos Exteriores e Interior así como de la embajada saudí, reconoció, sin embargo, que el arsenal estaba ya en la embajada iraquí en España cuando él se hizo cargo de la misma, en 1985.

Según funcionarios relacionados con el caso, Tawfic manifestó ignorar el destino del armamento, cuya presencia en la embajada llegó a justificar por razones de seguridad. Esta argumentación fue rebatida por los funcionarios que investigaban el caso: ninguna razón de protección de la representación diplomática podía justificar que la embajada dispusiera de tres fusiles Kalashnikov, una metralleta Heclker und Koch con silenciador, dos pistolas Beretta con silenciador, tres pistolas checas CZ con numeración limada y una pistola Llama.

Pistola de uso personal

Posteriormente, según funcionarios españoles relacionados con el caso, el embajador entregaría una pistola de uso personal, con la debida licencia de Interior. En todo caso, Tawfic afirmó a sus interlocutores españoles que no creía que las armas hubieran sido utilizadas en acciones terroristas, convicción compartida por los funcionarios que investigaran el caso.

Tawfic mostró su total convicción en sus declaraciones durante el tiempo que permaneció oculto en territorio nacional hasta su partida el pasado domingo hacia Riad (Arabia Saudí) que en España no hay ningún comando terrorista iraquí, pero dejó abierta la posibilidad de que algún extremista cometiera alguna acción a título individual, por lo que instó a las autoridades españolas a mantener un férreo control sobre las entradas de ciudadanos de países del área.

No obstante, Tawfic sí confirmó que Irak tiene una abundante nómina de informadores en España que incluye desde estudiantes a hombres de negocios de origen iraquí. Su partida ha sido admitida con sumo grado por altos cargos de Exteriores, que han recalcado la voluntariedad de su salida del país, mientras que en medios policiales no se oculta que la investigación sobre las armas posiblemente nunca podrá cerrarse, si bien se muestran complacidos con la información obtenida sobre la red de informadores iraquíes en España, que permitirá su control y neutralización.