A la 'sombra' del sol del Caribe

Mientras permanecen a la sombra en las cárceles españolas alrededor de 500 presos de ETA y otro buen número de ellos cumplen condenas en las prisiones francesas, varios dirigentes de la organización terrorista se encuentran deportados al sol del Caribe. Eugenio Etxebeste, Antxón, antecesor de Francisco Múgica Garmendia, Artapalo, en la dirección etarra, permanece desde 1985 en Santo Domingo, deportado junto con Belén González Peñalba y Francisco Aracama Mendía, Macario.

Allí, Antxón continúa trabajando para ETA, en la representación, por ejemplo, de la organización en los contactos con un enviado del Gobierno español durante el pasado año tendentes a la formación de una nueva "mesa de Argel". Pero Antxón, cuyos gastos por la estancia en el Caribe en estos seis años corren a cargo del Estado español, no olvida su hobbies. Su conocida afición a coleccionar mariposas la continúa cultivando en la isla caribeña. Algunos de sus familiares en el País Vasco reciben, de vez en cuando, una exótica mariposa disecada y enmarcada.

Aunque los presos etarras saben que la situación de los deportados depende del Gobierno español, la comparación entre la vida dentro de las cárceles y la de las playas caribeñas ha provocado críticas hacia la cúpula etarra.

Estas diferencias de situación en ETA también se reproducen en Herri Batasuna, sobre todo, una vez que la Mesa Nacional de la coalición aceptó la dimisión del parlamentario Iñaki Esnaola de todos su cargos hace más de un mes Ayer, Jon Idígoras, miembro de la Mesa Nacional de HB manifestó, en una entrevista publicada por El Diario Vasco, que la dimisión de Esnaola "no va a tener mayor alcance porque HB no centra la atención en determinados líderes". Idígoras admitió que el pacto de Ajuria Enea ha supuesto "un desgaste para HB" y "ha hecho frenar su avance".