El fotógrafo Alberto Schommer mostrará y en Arlés sus 'cascografías'

El fotógrafo Alberto Schommer (Vitoria, 1928) ha formado un término relacionado con la ebanistería para aplicarlo a sus últimos montajes fotográficos: cascografía. No es otra cosa que una descripción quebrada, fotografías que se ensamblan, se encastran y adquieren volúmenes y texturas a manos del autor. Sus últimos trabajos con este procedimiento se expondrán en la feria de Arlés el próximo mes de julio. Schommer lo ha utilizado también con algunos de los personajes que ha fotografiado para la serie que El País Semanal comienza a publicar este fin de semana.

El fotógrafo explica que en un momento se cansó de la "superficie tersa, del rectángulo". Y buscó una ruptura a base de fundir una imagen con otra, "de crear vibraciones y quebrarlas", dice. "La primera parte del proceso, que había descubierto en el laboratorio, consistía en cascar el papel consiguiendo texturas. De ahí pasé, posteriormente, a las imágenes multiplicadas y unidas".Sus últimos trabajos son cuerpos desnudos. "El cuerpo no lo había interpretado nunca", dice. "He ido buscando exclusivamente la belleza del cuerpo, repetido, descompuesto, superpuesto, con falsas perspectivas. La fotografía se abre en posibilidades, ya no es mirar a ver qué se hace con el negativo. Se puede descomponer el espacio e integrar otros elementos, cortar, rasgar, crear volúmenes, humedecer y dar calor para que surjan otras fomas. Es un mundo inquietante y completamente nuevo".

El proceso le va a permitir, según su deseo, interpretar, mediante la interrelación de imágenes figuras como Adán y Eva, la idea de Dios, san Juan Bautista u otros personajes inveintados.

Schommer advierte que sus proyectos cascogrfáicos de moldeado y ensamblaje de diversas copias realizadas con diferentes perspectivas y texturas no tienen el menor sentido pictórico o escultórico, sino que se trata "de una búsqueda personal huyendo de la superficie plana sin arrugas ni raspaduras". En cualquier caso, admite la relación con otras artes, "ya que no estamos nada lejanos unos de otros", dice.

"La cascografía es un lenguaje distinto al de, por ejemplo, la fotografía periodística", añade, "porque, más que para publicarlas o hacer un libro, estas fotografías están concebidas para colgar en una casa, en un museo o donde sea".

El fotógrafo dice que sus nuevas obras quizá se acerquen al mundo de la pintura., pero insiste en que no ha cogido un pincel. "Todo son materiales con pH neutro sobre papeles de pH neutro; cada papel, con 12 baños diferentes virados al selenio, puede durar mil años".

'Enigmas'

Schommer -al que se le acaba de dedicar una exposición en el Centro Georges Porripidou de París con 70 retratos de personajes españoles contemporáneos- inicia este fin de semana una serie en El País Semanal en la que seguirá acercándose a figuras de la vida pública. La serie se titula Enigmas, y se compone en cada entrega de dos fotograflas grandes y una pequeña, todas en blanco y negro, relacionadas entre sí. "No siempre dominará el retrato del personaje", dice, "sino objetos o elementos que lo definan".