Una fábrica en Goya
El ruido del intenso tráfico se convierte en murmullo al adentrarse en un callejón que continúa la numeración de la calle de Castelló. El acceso al edificio es todavía más complicado, porque el camino dobla a la derecha y desemboca al pie de una escalera de piedra en cuya cima se encuentra la puerta de la platería.Es difícil imaginar que a 100 metros de la calle de Goya pueda existir una fábrica, pero así es. Una gran nave industrial, levantada a principios de siglo, aunque el negocio ha cumplido ya 150 años, que llegó a ocupar toda una manzana.
La potente maquinaria eléctrica, instalada hace casi cien años, disponía de cuatro convertidores. Esa gran capacidad energética permitió plantear la distribución de la red, que en 1908 aumentó su radio a la zona comprendida entre el paseo de la Castellana, Diego de León, la plaza de Manuel Becerra y el parque del Retiro. La sala de máquinas de la platería se encontraba en el extremo de la nave que daba a la calle de Goya, donde ahora se levanta el edificio de Fenosa.
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