Gorbachov desoye las peticiones de aplazamiento y mantiene el referéndum sobre el futuro de la URSS
Los dirigentes de ocho repúblicas federadas (de un total de 15) y de 18 repúblicas autónomas llegaron ayer a un acuerdo sobre el proyecto de Tratado de la Unión, la base del nuevo Estado soviético, en una sesión del Consejo Federal. El referéndum sobre el futuro del Estado soviético se celebrará, tal como estaba previsto, el 17 de marzo, e inquirirá a los ciudadanos sobre su deseo de mantener una unión de repúblicas soberanas federadas en la que se garantice la igualdad de derechos, según uno de los asistentes a la reunión, quien dijo que no prosperó la idea de cambiar el planteamiento de la pregunta ni la fecha del plebiscito. Mientras tanto, se extiende por todo el país la huelga de los mineros.
A pesar de los temores de que el referéndum sobre el futuro del Estado soviético sea un fracaso político, la dirección soviética ha decidido seguir adelante con la consulta decidida por el Congreso de los Diputados de la URSS (superparlamento) el pasado diciembre. Varios diputados plantearon ayer en el Sóviet Supremo de la URSS la posibilidad de aplazar el referéndum, a lo que se opuso el presidente del Parlamento, Anatoli Lukiánov. El grupo conservador Soluz difundió un llamamiento en el que se pide a las autoridades crear condiciones adecuadas para celebrar el referéndum en aquellas zonas que se oponen al plebiscito.El proyecto de Tratado de la Unión libera la concepción del Estado de condicionamientos ideológicos, señaló uno de los participantes en la reunión de ayer. El presidente de Kazajstán, Nursultan Nazarbaiev, manifestó que se habían limado siete de los 10 puntos conflictivos y concedió gran importancia a la concepción del Estado como una unión de repúblicas soberanas, federadas en igualdad de condiciones. Nazarbaiev no mencionó el adjetivo socialista, un término aún en juego en la futura denominación de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas).
Tensión social
La subida de los precios de los productos básicos podría tener lugar después del referéndum, manifestó uno de los asistentes al Consejo de la Federación. El incremento de los precios, que en la práctica suben al margen de las decisiones administrativas, puede incrementar la tensión social, que ayer subía de tono con las huelgas en distintas zonas mineras del país. Los datos sobre el número de pozos en huelga divergen según las fuentes, pero el paro seguía extendiéndose.Un portavoz de los mineros de Kuzbás, en Siberia Occidental, dijo que cuatro minas de la zona estaban en huelga total y otras dos trabajaban sin cargar el carbón. Las reivindicaciones de los mineros son políticas, dijo el portavoz, y exigen el cese del presidente de la URSS y la entrega del poder al Consejo Federal.
Un portavoz de los mineros de Donetzk, en Ucrania, dijo que 31 pozos estaban en huelga ayer en la región. Los 13 pozos de Vorkutá, en el Círculo Polar Artico, habían decidido ir a la huelga a partir de la medianoche de hoy. Tanto en Donetzk como en Vorkutá las reivindicaciones eran, según los respectivos portavoces, de índole laboral, como las subidas de sueldo de acuerdo con los índices del coste de la vida.
Siete repúblicas soviéticas han decidido no llevar a cabo el referéndum sobre el futuro de la URSS. En medios próximos a Gorbachov se teme una elevada abstención, que restaría validez moral al previsible sí mayoritario. Una encuesta del Instituto de Estudio de la Opinión Pública de la URSS indica que el 60% de la población tiene intención de participar, el 15% no va a hacerlo y el 25% aún no se ha decidido.
Incluso los líderes conservadores que participan ruidosamente en la campaña por el sí dicen en privado que el plebiscito ha sido una equivocación. "En las circunstancias actuales, el referéndum no dará los resultados deseados, y puede dividir aún más la sociedad", afirma Anatoli Chejoev, copresidente del grupo Soiuz (Unidad).
La Federación Rusa ha complementado el referéndum con una pregunta propia sobre la introducción de la institución presidencial en su territorio. Sin embargo, las perspectivas de este referéndum son dudosas, ya que por lo menos cinco territorios de la república se niegan a celebrarlo, alegando defectos formales, según manifestó Vladimir Isakov, presidente de una de las dos Cámaras del Parlamento ruso. Isakov se expresaba en una conferencia de prensa donde los seis altos funcionarios conjurados contra Borís Yeltsin suavizaron su posición hacia el dirigente ruso. Los seis firmantes de la declaración, que prácticamente pedía el cese de Yeltsin, se muestran ahora dispuestos a colaborar con él..
En Bielorusia, Gorbachov exhortó a la formación de una coalición de centro. Esto atestigua el deseo del presidente de escapar del ala política de derechas y volver al centro, según el analista político Ígor Kliamkin. Éste, sin embargo, se mostraba escéptico sobre las posibilidades de evolución política del presidente.
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