Sadam nombra ministro del Interior a un 'duro'

En un movimiento aparentemente relacionado con el control y la represión de los brotes de rebelión contra el régimen, animados por fuerzas shiíes opositoras, Sadam Husein destituyó al hasta ayer ministro del Interior, Mohamed Abdulwahab, y le sustituyó por un duro, Alí Hassan al Majid, que gobernó Kuwait durante la ocupación militar. Simultáneamente, las autoridades iraquíes anunciaron un aumento de sueldo para los soldados fieles a Sadam y ordenaron a los corresponsales extranjeros en Bagdad que abandonaran el país de forma inmediata.

El nuevo ministro del Interior -que es uno de los primos de Sadam Husein- dio la orden, según fuentes de la oposición, de atacar con gases tóxicos a unos 5.000 kurdos, en 1988, y fue gobernador de Kuwait durante los siete meses en que este país fue anexionado a Irak y convertido en la decimonovena provincia iraquí, tras la invasión del pasado 2 de agosto. Perdido el control de Kuwait tras la aplastante derrota de Irak en la guerra del Golfo, Bagdad abrogó oficialmente dicha anexión, en cumplimiento de una de las resoluciones que certifican la derrota iraquí en la contienda.Junto con el nombramiento del nuevo ministro, el presidente iraquí decidió ayer que se disolvieran diez cuerpos de Ejército que fueron creados especialmente para la guerra y que se entregara una bonificación económica mensual de 100 dinares (unas 30.000 pesetas, al cambio oficial) a los miembros de las Fuerzas Armadas. Estas tropas leales, en especial la Guardia Republicana -un cuerpo de élite directamente vinculado a Sadam Husein-, participan en los enfrentamientos con opositores shiíes que es,tallaron en algunas poblaciones del sur iraquí, en medio del caos posterior a la derrota.

El ministro de Exteriores iraquí, Tarek Aziz, dijo a su vez que su país restituiría "lo más rápidamente posible" las riquezas incautadas en Kuwait, entre ellas oro, plata, billetes bancarlos, piezas de arte y aviones.

Rebelión sofocada

Un mando militar norteamericano, que quiso mantener el anonimato, dijo en Riad que las fuerzas gubernamentales estaban volviendo a apoderarse del sur de Irak. El citado oficial de EE UU explicó que la situación seguía siendo confusa, pero que la fuerza de la protesta era decreciente. También señaló que en Basora se hallaban alrededor de 5.000 soldados leales a Sadam Husein y que las fuerzas de la resistencia contra el régimen iraquí no estaban bien coordinadas. "No hay un control real centralizado entre ellas", indicó.Pese a este aparente control de las revueltas -las más importantes que se desarrollan en Irak desde que Sadam Husein llegó al poder en 1978- continuaban ayer los disturbios en Hafaj y Kerbala, las principales ciudadas santas del shiísmo, que es mayoritario en Irak. El conflicto más virulento se desarrolló en Kerbala, situada a unos 100 kilometros al sur de Bagdad, la capital iraquí. "Hemos visto fuego y multitud de gente en las calles y los centros cívicos", manifestó una fuente militar. Un portavoz del Departamento de Estado declaró a su vez en Washington que "ni EE UU ni los demás países deben intervenir en los conflictos internos iraquíes".

Entre tanto, las autoridades iraquíes afirmaron que se restablece gradualmente el suministro de fluido eléctrico en Bagdad y que se ampliará la concesión de cupones para la obtención de alimentos racionados. Se retrasa, sin embargo, la reapertura de las escuelas, que debía producirse el próximo sábado. Radio Bagdad informó que los centros de enseñanza funcionarán "cuando se restablezcan los transportes públicos".

La lenta normalización de la vida en Bagdad ha venido acompañada por una inesperada expulsión de los corresponsales extranjeros, cuya presencla había sido tolerada hasta ahora. Peter Arnett, el enviado de la cadena de televisión CNN, ha abandonado el país esta madrugada. Fuentes de Telemadrid dijeron que Hilarlo Pino, enviado especial de la cadena autonómica en Bagdad, aseguró que a las 20.50 (hora peninsular española), minutos antes de que el periodista enviase su crónica en directo para el informativo de la noche, las autoridades iraquíes cortaron la emisión. Pino saldrá de Irak hoy mismo, al igual que la enviada de Televisión Española, Ángela Rodicio.