El médico que llegó del aire
El servicio de asistencia sanitaria en helicóptero llega al lugar del accidente en 15 minutos
El servicio de asistencia sanitaria en helicóptero para accidentes de tráfico contará oficialmente a partir de mañana con el patrocinio de cinco organismos públicos, que firmarán un convenio de cooperación que asegure el éxito de este proyecto, que lleva funcionando en periodo de prueba desde hace año y medio los fines de semana y todos los días desde enero. Su importancia radica en que es posible atender a los heridos con gran rapidez, pues el equipo médico llega al lugar del accidente 15 minutos después de recibir el aviso.
Viernes 1 de marzo, una de la tarde. El equipo médico dependiente del servicio coordinador de urgencias del Insalud, el 061, que monta guardia en el helipuerto de la Dirección General de Tráfico en Cuatro Vientos, recibe aviso de un accidente con herido en la C-505, cerca de El Escorial. Despegan y, 15 minutos después, un médico y un enfermero bajan del aparato y corren hacia el vehículo, un coche que se ha salido de la calzada y se ha estampado contra un muro de hormigón.Su ocupante, un hombre de unos 40 años, está atrapado por los pedales, y los bomberos tardan algo más de 20 minutos en sacarle. No importa. Durante ese tiempo, médico y enfermero inmovilizan cuello y columna para prevenir el agravamiento de posibles lesiones medulares y realizan la primera cura del brazo izquierdo, que está roto. También le colocan una bolsa de suero y comprueban sus constantes vitales a través del monitor.
En cuanto el herido se encuentra fuera del coche, curan la fractura abierta de la rodilla derecha y, una vez estabilizado, lo montan en la camilla del helicóptero y lo trasladan al helipuerto del hospital Doce de Octubre, donde le espera una ambulancia dotada de equipo de cuidados intensivos, cuyo médico ya sabe que el hombre padece un traumatismo costal. Desde allí irá al hospital, donde se le ha reservado una cama en el servicio de urgencias.
"No llevaba cinturón apunta Juan Carlos Gómez Diez, enfermero que ya realizaba este servicio como voluntario de Cruz Roja los fines de semana durante año y medio. Ahora forma parte de un equipo de tres médicos y tres enfermeros que, acompañados por pilotos de la Dirección General de Tráfico, prestan los primeros auxilios a los accidentados en carretera durante el día. Son siete días en equipos formados por piloto, facultativo y enfermero que trabajan desde el amanecer hasta el ocaso.
"Se trata de atender al herido durante la llamada hora de oro", explica Manuel Guillén, director del servicio de helicópteros de Tráfico, que en Madrid cuenta con siete aparatos. "En esos primeros momentos, la presencia de un médico marca la diferencia entre la vida y la muerte o la existencia de secuelas que agraven las lesiones producidas por el accidente".
"Éste no es sólo un servicio de transporte de heridos", explica la médico Tomasa Centella, "sino sobre todo de atención urgente, que consiste en llegar muy pronto al lugar del accidente, cerrar heridas, inmovilizar lesiones, y reanimar en caso de que fallen las constantes vitales. Esto, o se hace allí mismo, o pierdes al herido". Centella critica "la manía que tiene la gente de que lo principal es llevarse rápidamente al herido. Lo importante es atenderlo allí mismo, incluso sin sacarlo del vehículo. Lo mejor para todos es que, en caso de duda, ni lo toquen".
"Trasladamos al herido más grave, siempre que sea recuperable", dice el piloto Ángel Bergua. "El helicóptero es el transporte más seguro en caso de lesiones medulares; a 200 kilómetros por hora, el herido sufre la misma aceleración y estabilidad que en una ambulancia a 20 kilómetros por hora", apunta, mientras recuerda cómo le sorprendió el miedo a subir de un herido que viajaba sin casco en una moto de gran cilindrada por una carretera de montaña. "Hay mucho inconsciente".
Botiquín volante
El helicóptero está completamente equipado. Lleva una maleta con bolsas de suero, ampollas de medicamentos, sutura, vendas, además de una bombona de oxígeno y un desfibrilador para reanimación cardiaca. La camilla está anclada al suelo de la nave, y además lleva otra, móvil, donde se coloca al herido y se le ata con cinturones para asegurar su transporte."El aparato necesita el apoyo del transporte de tierra, las ambulancias para los heridos más leves, o la UCI móvil si hay más de un herido grave", explica Centella. La dotación de ambulancias de la Cruz Roja es, en este caso, el principal aliado del equipo médico del helicóptero.
Sin embargo, no todo son alharacas. "Los helipuertos son insuficientes y están mal balizados", se queja Guillén. "El del Doce de Octubre tenía iluminación nocturna y se la cargaron a pedradas. El de La Paz parece los domingos la verbena de la Paloma, con los familiares que van de visita; y el del Gregorio Marañón tiene la salida de heridos por una escalera de mano", explica con resignación un enfermero.
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