Israel cree que la derrota de Sadam es su fin
"Independientemente del hecho de que Sadam Husein siga o no a la cabeza de Irak, su poder, que reposaba en la fuerza de las armas, ya no será el mismo, sino un pálido reflejo del pasado", asegura el general retirado Haim Bar Lev. "Se ha probado", continúa, "que la experiencia adquirida por Irak en su enfrentamiento militar con Irán no ha servido de nada frente a las fuerzas norteamericanas y sus aliados".
La mayor parte de los especialistas israelíes piensa que Sadam no utilizará armas químicas aunque se encuentre entre la espada y la pared. "Los comandantes militares que se encuentran en el escenario bélico son los que deciden si quieren o no disparar. las armas químicas, y no lo harán. No es porque se sientan sacudidos por el terrible efecto de estas armas en los seres humanos, sino por puro egoísmo. Saben que han perdido la guerra y no obedecerán a Sadam si éste llega a dar la orden", dice el general retirado Avigdor Kahalani.Otro general retirado y ex comandante de las fuerzas aéreas de Israel, David Ivri, hoy director general del Ministerio de Defensa, tiene otra opinión.
"Esta guerra ha debilitado a Israel", dice. "Después de las persecuciones seculares, los pogromos; después de la shoa (el holocausto) bajo los nazis, el pueblo judío, en Israel, es el dueño de su propia suerte, sobre todo a partir de 1967. En esta guerra, en la que no combatimos, nos hemos vuelto vulnerables, y esto planteará problemas a las futuras generaciones, porque la fuerza de disuasión de una nación está en función de su determinación para utilizarla".
La opinión palestina
¿Qué piensan los palestinos que viven en los territorios ocupados de la derrota de Sadam?
Hanna Siniora, redactor jefe del periódico de la OLP Al Fajr, se sorprende de que muchos israelíes se hayan mostrado sorprendidos de que los palestinos hayan aplaudido a Sadam Husein. "Aunque la OLP ha rechazado en todo momento la anexión de Kuwait", precisa, "cuando Sadam Husein levantó la bandera palestina, proclamó que se batía también por la liberación de los palestinos, ¿no es normal que el pueblo palestino, decepcionado por el sistemático rechazo israelí a negociar la paz con nosotros, haya vuelto su cabeza hacia Sadam? Incluso en el caso de que no hubiéramos estado de acuerdo con la política interior y exterior de Sadam Huseim, él era un aliado, el único líder árabe que se ha unido a nuestra lucha".
Un librero palestino de Jerusalén Este dice: "Ahora estamos aturdidos. Pero ni los palestinos ni los iraquíes perdonarán a Sadam sus promesas y sus chulerías".
Por otra parte, David Levi, ministro israelí de Asuntos Exteriores, afirmó ayer que "todo el que sea un representante palestino en los territorios y no sea de la OLP" será un interlocutor válido de Israel en futuras negociaciones, y añadió que las elecciones previstas en el proyecto de 1989 para designar a esos representantes "pueden no ser necesarias".
Las declaraciones del ministro, que últimamente expresa la cara más negociadora del Gobierno, se produjeron al hilo de las críticas suscitadas en Washington por la determinación manifiesta del primer ministro, Isaac Shamir, de no hacer ningún tipo de concesiones.
Las palabras de Levi sugieren que, si los palestinos siguen negándose a realizar elecciones sin la participación de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Israel tratará de establecer un diálogo, con algunos de los líderes vinculados a esa organización en los territorios y Jerusalén este. "No vamos a buscar sionistas de última hora ni judíos conversos para negociar", dijo Levi.
Benjamín Beguin, hijo del ex primer ministro Menájem Beguin y representante del ala más dura del Likud, reiteró entretanto que su partido desea en la posguerra dos conjuntos de negociaciones: unas, bilaterales y sin condiciones, para firmar la paz con los países árabes, y otras, posteriores, con una delegación jordano-palestina, para resolver el problema de los territorios según el proyecto de 1989.
Ese plan prevé un régimen de autogobierno limitado en los territorios, que daría paso a una "solución definitiva". La OLP queda descartada del proceso, según insistió Beguin, que tampoco admitió ninguna conferencia internacional sobre el mismo.
