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La prensa italiana vincula a Maradona con miembros de bandas internacionales

Juan Arias

El semanario Epoca desveló ayer algunos de los particulares del escándalo Maradona, que había sido ya anunciado 24 horas antes por los magistrados y los carabineros de Nápoles. Mientras Dieguito se defiende con un artículo publicado en un diario napolitano, Epoca desvela parte del informe de 100 páginas que sobre el caso la policía ha enviado a la Magistratura sobre la presunta implicación del famoso jugador argentino en tráfico de drogas y prostitución. El lado más oscuro de estas revelaciones muestra a Maradona vinculado con importantes miembros de bandas internacionales.

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"Van a pagarlo muy caro"

Según lo revelado por el semanario italiano, en los documentos por ellos examinados Maradona podría ser acusado por el momento sólo de consumo de cocaína, que según la nueva ley italiana supondría sanciones menores, como por ejemplo el secuestro del carné de conducir si se trata sólo de la primera vez, pero que llegaría a la detención a partir de la segunda.Lo que aparece, sin embargo, menos claro es toda una serie de contactos y amistades del jugador de oro con los peores grupos de la Camorra napolitana y con las bandas de mayor envergadura del tráfico internacional de droga. Cuando se trataban en conversaciones asuntos de droga, los compradores utilizaban un lenguaje en clave. Así, llamaban pullover a una papelina de cocaína y pantalones para cantidades más altas de droga.

Todo había empezado, según dicha publicación, a nivel de investigación policial, la noche del 6 de diciembre del año pasado, cuando las fuerzas del orden indagaban sobre algunos vendedores de droga.

Conversación

En un teléfono pinchado grabó la siguiente conversación entre Italo Jovino, ya condenado otras veces por tráfico de droga, y la señora Carmela, famosa maitresse de Nápoles ligada al grupo de vendedores de droga. Italo la saluda y le dice si tiene aquella noche "muchachas para él y para Diego". Carmela, al oír el nombre de Diego, se exalta y pide que se ponga al teléfono. Pero Maradona se resiste. "Está en la ducha", le dice el amigo. "Llámalo, por favor", insiste Carmela. Al final, Dieguito cede. Carmela le pregunta entre otras cosas: "¿Cómo ha ido el partido?". Y Maradona responde: "Mal". Acababa de llegar del encuentro de la Juventus en Turín, donde el Nápoles había perdido por 1-0.Aquella fue la primera pista de la Policía. Desde entonces siguieron a Diego, le pincharon el teléfono, le sacaron fotografias comprometedoras y comprobaron la frenética vida nocturna que llevaba el jugador, en la que se alternaban el alcohol, el sexo y las drogas frecuentando conocidos locales napolitanos. Y ahora lo que la Policía y magistratura están indagando es hasta qué punto el famoso jugador estaba involuerado con amigos tan comprometedores.

Baste pensar que la organización, de la que Maradona parece muy amigo hasta el punto de pedirles droga y mujeres por teléfono, es capaz de vender, según la Policía, dos kilos semanales de cocaína sólo en Nápoles.

Con anterioridad, en 1987 y durante un registro en casa de Carmine Gluliano, uno de los jefes de la Camorra, la Policía halló fotos en las que éste y otros miembros de su poderosa familia aparecían en compañía del astro argentino, fotos que por aquel entonces provocaron las primeras denuncias de las conexiones personales entre Maradona y conocidos miembros de la mafia napolitana. Pero una de las fotografías más actuales de que dispone la Policía presenta a Diego en compañía de Giuseppe Scuotto, brazo derecho del boss napolitano Edoardo Contini, llamado O'romano, gran vendedor de droga a escala internacional. La Policía llegó a confiscar a Scuotto bienes valorados en 18.000 millones de liras (unos 1.700 millones de pesetas), entre ellos un hotel en el que se alojaban mujeres colombianas que eran utilizadas como prostitutas o para introducir cocaína en Italia.

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