Telediarios castrados

Vencedores y vencidos compartiremos la misma miseria. En estos días, con los ojos puestos en la pantalla del televisor y, los oídos en los informativos de la radio, hemos tenido que sacar de las proofundidades de la estantería, los poemas y canciones de Berolt Brecht para encontrar otra vez un eco de nuestro temor en sus versos: "La guerra que vendrá no es la primera. Hubo tres guerras. Al final de la última hubo vencedores y vencidos. Entre los vencidos, el pueblo llano pasaba hambre. Entre los vencedores, el pueblo llano la pasaba también".Hubo un tiempo en que con nuestro acceso a la información y nuestra capacidad de ejercer el derecho al voto vivimos la ilusión de sentirnos ciudadanos, con cierta influencia en nuestro destino. Los hechos actuales nos han devuelto súbitamente a nuestra condición real de siervos sometidos a los intereses de los poderosos.

Nuestra generación ha visto las cicatrices de la guerra en la el y en el corazón de nuestros padres; ha coreado durante años con John Lennon Dad una opornidad a la paz; templando ánimos durante la guerra fría, ahora asistimos con ánimo encogido al nuevo conflicto bélico por el que nos sentimos afectados, sin acceso a la información ni derecho al voto ni a la esperanza, temiendo nuestro fuero interno que a lo peor tendremos que envidiar a los muertos.- Nieves Morán

Querida América: Naciste masacrando indios. Llenaste tu bandera quitando tierras a los mexicanos. Convertiste Latinoamérica en un enorme guiñol en el que sólo tú puedes mover las cuerdas. Has cometido grandes tropelías, has apoyado a los peores tiranos. Y ahora quieres justificar una guerra en nombre de la moral. No, América, no. Para ti, el peor crimen de Sadam no es que sea un asesino, no es que sea un dictador. Su mayor delito es haber osado coger un trozo de tu mercado-burdel.Querida América, tal vez seas el país de las libertades, pero sólo en tu casa.- Axier Eguiluz.