_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Agazapados

Esperan agazapados el día de la victoria. Sumarán, restarán, multiplicarán, dividirán y sacarán un balance positivo, doloroso pero positivo.' Inevitable. El censo de muerte será manipulado como se manipulan las cifras del paro o los índices de la subida de precios. Enmudecidos los cañones, en reposo los B-52, alineados como supositorios los misiles más diversos, volverán a hinchar el pecho y a decirnos que gracias a ellos nos hemos salvado. Gracias a que ellos se han ensuciado las manos cargando bombas en los B-52 y legitimando al ejército de la razón, nosotros podremos seguir pagando el litro de gasolina a un precio razonable. No se contentarán entonces con acusarnos de fortalecer a Sadam Husein al tratar de combatir la guerra como solución, sino que tratarán de hacernos aparecer como locos irresponsables que no quisimos ir a la guerra o como reticentes y resentidos animales hipercríticos y desestabilizadores.Han callado hasta ahora. Les salpicala sangre y sólo los más bocazas o los más obvios ni han quitado ni puesto rey, pero han ayudado a su señor. Están un tanto ensordecidos por las explosiones, culpabilizados ante la muerte en la que colaboran, desnudos de otra argumentación que no sea el silogismo que une a Sadam con los B-52 a través de Pérez de Cuéllar. Han enterrado pasados pero aún recientes análisis sobre el imperialismo: prólogos de Althusser o de Grarrisci, programas 2000 y programas 2002. Ni se atreven a decir claramente que esta muerte es necesaria. Para ellos es lamentable. Nunca condenable. Y desearían que fuéramos sus cómplices, por eso les irrita que les dejemos con el culo al aire y hagamos paráfrasis de antiguos eslóganes: La muerte para quien la trabaja. La muerte para quien cobija a los B-52. Pero saldrán de sus escondrijos el día de la victoria, aunque no podrán tener otro discurso que el de los vencedores de un ajuste de cuentas entre gánsteres.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_