Un asteroide o cometa causo la extinción, según 'Nature'
Fragmentos microscópicos de cristal natural procedentes de Haití han proporcionado las mejores pruebas obtenidas hasta el momento de que la Tierra fue golpeada por un asteroide o cometa hace 65 millones de años, con una fuerza explosiva equivalente a todas las bombas atómicas que hay en la actualidad en el mundo, dando lugar a un cambio de condiciones climáticas que llevó a la extinción de los dinosaurios. Las características de este hallazgo han sido publicadas en la última edición de la revista Nature y pueden contribuir a solucionar un debate que dura desde que la teoría del impacto fue propuesta en 1980 por Walter y Luis Álvarez.Un análisis detallado, realizado por el equipo de Haraldur Sigurdsson, de la Universidad de Rhode Island, en Estados Unidos, muestra que el cristal haitiano procede de rocas que se fundieron tras un impacto, en vez de proceder de erupciones volcánicas. Este punto es crucial: la Tierra estaba hace 65 millones de años en las garras de una catástrofe volcánica durante la cual lo que ahora es la India central fue durante 500.000 años un caldero de lava fundida.
Algunos científicos creen que los volcanes pudieron ser la causa de un torbellino medioambiental que pusiera fin a los dinosaurios sin necesidad de una intervención extraterrestre. El cristal puede formarse a partir de lava fundida, pero a menudo contiene burbujas de gas e inclusiones característicamente cristalinas. El cristal de Haití se encuentra casi totalmente libre de tal contaminación. Se parece al cristal procedente de las tectitas (cuerpos vítreos diminutos procedentes de los restos de impactos de meteoritos en el sistema solar).
Sigurdson y su equipo piensan que Haití no fue el lugar donde cayó el meteorito, sino que el cristal llegó allí procedente del cráter situado a cierta distancia, y que el impacto se produjo relativamente cerca, en algún lugar de la región caribeña. De su composición química, los investigadores han deducido que se produjo sobre tierra firme o en aguas interiores.
El efecto del impacto habría sido devastador. Existen pruebas fósiles de grandes cambios inmediatamente posteriores en la vegetación, que alcanzaron hasta Canadá. Bosques enteros se incendiaron al calentar el meteorito la atmósfera hasta un punto superior al de ignición de la madera.
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