Falta información
Asistamos con rabia al cúmulo de desinfórmación que nos llega de la guerra más televisiva de la historia. Ignorémosla. Ya está. ¡Oiga! Usted vive en un país que pertenece a la OTAN.-,La OTAN? Sí, sí; voté una vez para algo relacionado con ésta, pero no se fíe, era un montaje. Ignorémosla.
,-¿La guerra del Golfo? No se preocupe; todo está en buenas manos. No sé nada. Cierto, claro está. Todo es una película que se están montando los americanos en colaboración con el Instituto de Cine Iraquí. Se les acabó el chollo de Spielberg. Ahora va de verdad, pero todo pasa por una gran mentira. Guerra: sin muertos, con maquetas. Toneladas de bombas: pólvora de fogueo selectivo. En el verano, el estreno estelar: millones de beneficio en todo el mundo. La película mejor producida de la historia: ignorémosla. ,¿Guerra? iCarezco de datos fiables!- .
El fracaso
más grande de la humanidad ha hecho que estos días se haya salido a la calle. De entre toda la gente ha habido una parte de universitarios, de ahora en adelante esta "masa intelectual del país" va a acudir en menor cantidad. La causa se llama exámenes, cuando estos llegan no existen injusticias ni guerras, toda actividad queda anulada y cualquier intento exaltado de ponerlos en peligro va a ser rechazado. Porque "la madre de las batallas" se va a librar y hay que ganarla a cualquier precio. Aunque sea pagando con conformismo inhumano.-Pierre Reyes.
El señor Gil Calvo
nos ilustraba hace poco, desde las páginas de su periódico, sobre la gran diferencia existente entre el régimen político iraquí y el régimen político norteamericano. Según él, aquella residía fundamentalmente en que mientras el sátrapa y aprendiz de emperador Husein no respondía ante su pueblo, el emperador norteamericano sí lo hacía: "Bush no es libre de hacer lo que quiera, sino que tiene siempre que medir las consecuencias de sus actos sobre los electores, la oposición, la opinión pública, los inversores y los aliados, asumiendo todas las responsabilidades".Parece que el señor Gil Calvo ni lee los periódicos, ni escucha la radio, ni ve la televisión. El emperador norteamericano ha repetido todas las veces que ha podido que la guerra del Golfo (en realidad habría que empezar a llamarla la catástrofe del Golfo sin más) no será otro Vietnam y que el ejército norteamericano no luchará "con una mano atada a la espalda". Eso ya lo hemos podido comprobar todos aquellos que no padecemos estrabismo ideológico: la mano atada a la espalda" a la que se refiere el señor emperador comprende, entre otras cosas, el impacto que puede causar a quienes le pueden exigir responsabilidades la información libre sobre las atrocídades de la guerra. Para que nadie le pueda exigir responsabilidades se ha impuesto la censura militar, no se permite que se entreviste a los soldados heridos o se silencían los datos y se suprimen las imágenes que, sin duda, se tienen ya sobre las consecuencias de los bombardeos masivos. Esto es tan obvio que los únicos que parecen no verlo son esa pandilla de "realistas" que ayer justificaban la venta de armas al sátrapa iraquí, hoy justifican el intento de desarmarle a base de convertir Irak y Kuwait en un montón de escombros y manana lo que les echen.
Una de las tareas prioritarias más sensatas de quienes intentamos resistir a la catástrofe es no dejar que esa pandilla nos vuelva el cerebro del revés obligándonos a interiorizar su hipocresía, su cinismo, su servilismo y, ahora también, su brutalidad-José Luis Gordillo.
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