Jubilados y amas de casa, perfil del ludópata madrileño

El perfil del ludópata madrileño es el de un varón, entre los 35 y los 50 años, casado, con estudios primarios y, generalmente, jubilado, obrero especializado o empleado del sector servicios. En menor medida, las amas de casa, que "incluso llegan a prostituirse por su adicción", según explicó ayer la concejal de Servicios Sociales Carmen Díaz Marés, durante la presentación de un estudio elaborado por el Instituto Español para la Atención a los Problemas del Juego de Azar. Sólo en tragaperras el madrileño se gasta 68.000 millones al año.

Uno de los aspectos más destacados del informe se refiere a las consecuencias sociales, económicas y familiares de las ludopatías. Casi el 14% de la población que acudió al Instituto Español para la Atención a los Problemas del Juego de Azar presentaba un grado de endeudamiento superior al sueldo de un año, un 43% tenía denuncias por estafa y otro 16%, denuncias por malos tratos a sus esposas o hijos.La mayoría de los ludópatas atendidos en el centro -230 de la Comunidad de Madrid y 24 de otras regiones españolas- han referido problemas depresivos, ansiedad, situaciones de soledad, o disfunciones sexuales en el caso de los varones.

"El juego consigue entonces que pierdan' la conciencia de sí mismos, del tiempo y del dinero, y constituye una buena estrategia para evitar enfrentarse a sus problemas", explicó, José Antonio Aranda, uno de los responsables del instituto.

Sensación ilusoria

Los psicólogos del centro explican la mayor vulnerabilidad de la población a tragaperras, bingos o casinos, frente a los juegos públicos como quinielas o loterías, por la "ilusoria sensación" de que el jugador puede intervenir en el resultado. También por la cada vez mayor expansión de estos sectores. Sólo en la Comunidad de Madrid se han contabilizado un casino, 415 salones recreativos y 15.188 locales de hostelería con máquinas tragaperras, además de 100 salas de bingo. Durante el pasado año se vendieron en ellas cartones por un valor de 128.000 millones de pesetas, lo que sitúa a esta comunidad a la cabeza frente al resto de España.En lo referente a las máquinas tragaperras, el español se gastó el año pasado 300.000 millones de pesetas de los que 68.000 millones corresponden a la Comunidad de Madrid.

En cuanto a los juegos públicos, cada madrileño viene a gastar una media anual de 22.000 pesetas que se distribuyen de la siguiente manera: 15.210 en Lotería Nacional, 945 en quinielas, 4.500 en lotería Primitiva y 1.345 en la Bonoloto.

El Instituto Español para la Atención a los Problemas del Juego de Azar fue creado por un grupo de psicólogos en marzo de 1988.

Durante los dos últimos años ha recibido subvenciones del Ayuntamiento de Madrid por valor de 13 millones de pesetas, y en la actualidad se estudia la Firma de un convenio con la Consejería de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, por importe de 40 millones de pesetas.

Los tratamientos vienen a costar una media de 2.000 pesetas semanales, aunque la mayoría de ellos son subvencionados, según explicaron los responsables del centro.