El PP acusa a Felipe González de no cumplir sus funciones en la presidencia del Gobierno

El Partido Popular (PP) acusó ayer a Felipe González de hacer dejación de sus funciones como presidente del Gobierno, de tal manera que "en estos momentos no hay Gobierno y el presidente parece que no existiera", según afirmó textualmente anoche en el Pleno del Congreso de los Diputados el portavoz adjunto del Grupo Popular, Luis Ramallo. Con tintes menos dramáticos, todos los portavoces de la oposición coincidieron en denunciar "la paralización" que sufre el trabajo en la Administración como resultado del retraso en los cambios en el Ejecutivo.

La ministra portavoz, Rosa Conde, hizo frente a esta interpelación al haber sido ella quien el 25 de enero habló de tal paralización. Posteriormente, matizó sus palabras y ayer volvió a asegurar que se había referido a la posibilidad de que hubiera "una disminución psicológica" por efecto de los rumores de cambios.La ministra se esforzó por convencer a la Cámara de que la Administración, "compuesta por funcionarios que están por encima de los avatares políticos", trabaja con normalidad.

Rosa Conde desgranó una larguísima lista de proyectos y medidas gubernamentales acogidas con muestras sonoras de desaprobación por parte de los representantes del grupo popular. En esta ocasión no hubo la réplica habitual de los diputados socialistas, ya que sus bancos estaban prácticamente desiertos, si bien la ministra contó con la compañía del titular de Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero.

El portavoz del grupo popular, Luis Ramallo, tuvo una dura intervención descalificadora sin paliativos de la labor del Gobierno, desde que se formara tras las elecciones de octubre de 1989 y acabó con la acusación directa a Felipe González de no ejercer las funciones que le corresponden.

"Prisionero"

"Felipe González es hoy un prisionero de las luchas en el seno de su partido y como presidente sólo ha podido confirmar a sus ministros y aceptar, ante la presión popular, la destitución de Alfonso Guerra", dijo Ramallo. "El presidente del Gobierno cada vez está complicando más las cosas, cada vez se está perdiendo más en su propio laberinto". A juicio de Ramallo la solución es sencilla: "Bastaría con un liderazgo político claro que decidiera y que nombrara un buen Gobierno para que la Administración empiece a funcionar, dado que está parada y lo está porque lo está el Gobierno, y éste, porque lo está su presidente". Este razonamiento lo terminó así: "Me atrevo a decir que en estos momentos no hay Gobierno y el presidente parece que no existiera".

Los portavoces de la oposición, sin llegar tan lejos, coincidieron en hablar de la paralización del Ejecutivo. Así lo hizo el portavoz adjunto del CDS, Carlos Revilla, al recordar que su grupo estaba denunciando desde hacía meses "la provisionalidad" de este Ejecutivo. Lo mismo hizo Juan Oliver, de Unión Valenciana, y el portavoz de Izquierda Unida en este debate, Ramón Espasa. "El Gobierno está formado por el Gabinete de crisis, es decir el presidente y tres ministros y esta reducción no es aceptable políticamente", dijo Espasa. El portavoz de Convergència i Unió, Josep Maria Trías de Bes, señaló que "la interinidad" de este Gabinete estaba perjudicando a toda la sociedad española.

La ministra portavoz reprochó a Ramallo que en su interpelación hiciese una mezcolanza que desvirtuaba la realidad. Rosa Conde hizo tal afirmación después de que Ramallo manifestase que este Ejecutivo "es el de la huelga general, el del caos fiscal, el de las designaciones a dedo, el del waterguerra y el de la despenalización de la droga blanda".