La banca estadounidense ampliará su campo de actuación en la reforma más radical desde los años treinta
El Gobierno norteamericano ha presentado el plan de reforma del sistema bancario más radical desde los tiempos de la gran depresión, en los años treinta, que permitirá a los bancos comerciales de este país operar en diversas áreas financieras a las que no tienen acceso (emision de bonos, intermediación, seguros, colocación (le deuda pública etcétera) y poder tener una red comercial nacional y no limitada a un solo Estado de la Unión.La nueva desregularización bancaria propuesta por el secretario del Tesoro, Nicholas Brady, tiene como objetivos "el fortalecimiento del sistema bancario" el saneamiento de muchos bancos que atraviesan una grave situación y, finalmente, "el hacerlos mucho más competitivos internacionalmente". Según Brady "ahora tenemos un solo banco norteamericano entre los 30 primeros del mundo; hace 20 años teníamos nueve entre los treinta primeros".
La dimensión nacional e internacional de la banca norteamericana cambiará radicalmente cuando la propuesta del Gobierno supere los próximos meses de debate parlamentario, donde los distintos lobbies presionarán para cambiar algunas de sus orientaciones.
La modificación más importante de la reforma anunciada por Brady es la que permitirá a la banca comercial norteamericana entrar en todos los segmentos del sistema financiero. Por la ley Glass-Steagall, de 1933, los bancos estaban limitados a la captación de depósitos, a la concesión de préstamos inmobilarios y de consumo y a otros servicios comerciales. Pero tenían prohibido su acceso al mercado secundario, a la intermediación financiera, al gigantesco campo de los seguros, no podían hacer operaciones de bolsa con sus clientes, y estaban vetados para trabajar en el mercado abierto de los bonos del tesoro y los pagarés de empresa.
Otra innovación importante en las propuestas de la Administración es la que permitirá que los bancos comerciales y los bancos de inversión puedan fusionarse y operar conjuntamente, y el que las grandes empresas industriales puedan tener sus propios bancos.
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