Algo sobre la guerra
El principal motivo de esta carta es elogiar el artículo de Lluis Basset de fecha 26 de enero de 1991, y permítame agregar algo. En dicho artículo una cosa hay clara: que gane quiten gane en la guerra del Golfo, los perdedores somos los europeos, excepto los británicos,- yo agregaría que los que pagamos el pato somos siempre los mismos, los que van al frente, los que producen para el frente. A propósito de pagar: no sé a cuánto tocaremos aquí, en Alemania. Unificación, hambre en Rusia (que no tanta hambre), guerra en el Golfo, y no sabemos si será lo último; ayuda a Israel. Los currantes nos apretamos tanto el cinturón que creo que nos asfixiaremos sin estar en Oriente Próximo y sin que nos lleguen los gases de Husein
Sobre la guerra
Con esta carta me gustaría responder a algunas personas que simpatizan con Sadam Husein por considerar que esta guerra es una guerra imperialista del Norte contra el Sur y que el líder iraquí es un rebelde antioccidental.En primer lugar, el control del petróleo por parte de Irak es una amenaza contra las economías de todo el mundo, no sólo de los países ricos; las economías pobres son las que más duramente sufrirían una crisis del petróleo. Por otra parte, Husein es el ejemplo del característico dictador que tanto abunda en los países subdesarrollados. Mantienen narcotizado a su pueblo con grandes proclamas nacionalistas, patrióticas y religiosas; manipulan mezquinamente las conciencias, y las mentes de sus súbditos para poder manejarlos a su antojo una vez lograda su adhesión incondicional y ciega; les mantienen deliberadamente en la miseria para culpar de todos sus males a EE UU o a Occidente, y cuanto mayor sea esa miseria, mejor, porque mayor será el odio contra Occidente y, por tanto, mayor su adhesión al dictador. No hacen ningún esfuerzo por sacar de la pobreza y del analfabetismo a su alabado pueblo, y sí por conducirlo a la muerte en interminables guerras.
En realidad sólo les interesa satisfacer su ambición personal, enmascarándola de rebeldía contra el imperialismo.
No niego que la división Norte-Sur se deba a las injusticias del sistema capitalista, pero también estos dictadores son responsables.
Si los países occidentales han intervenido sólo por el petróleo, la razón por la que Husein ha invadido Kuwait es la misma, pero la ha disfrazado hábilmente de nacionalismo árabe y de rebeldía antinorteamericana. A cualquier mente juiciosa le resulta un poco raro que, para liberar Palestina, Husein invada Kuwait.
La ambición de Husein, para cuya satisfacción no le importa sacrificar a su pueblo, es convertirse en el líder de todos los árabes. Y lo está consiguiendo.
Todos los que nos sentimos solidarios con el Tercer Mundo deberíamos desear la destrucción de esos opresores que tanto daño están haciendo al mundo pobre, con la misma intensidad con la que criticamos el imperialismo norteamericano.-
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