Persona agresiva
¡Eureka! Aquello era lo que andaba buscando. Allí, en un rinconcito del diario, anidaban mis más inconfesables esperanzas. El mensaje presentaba signos inequívocos acerca de su destinatario. Ninguna ambigüedad, nada de dobles lecturas:"Empresa líder en el sector de Farmacias solicita vendedor/a junior ( ... ) Se exige: persona joven, dinámica, emprendedora y agresiva... ".
Una oportunidad dorada. Porque yo, otra cosa no, pero agresiva lo soy un rato. Mañana mismo mando mi currículo a la dirección adjunta en el anuncio. O mejor, puestos a agredir, me presento in situ con mi arsenal de recursos: me afilaré los incisivos y las uñas con el mayor esmero; desempolvaré el machete de mi difunto abuelo, el partisano; me calzaré las botas con espuelas y, llevando las riendas con la mano del garfio, galoparé enhiesta hacia el país de los triunfadores, o sea, de los agresivos. A ver quién es el gracioso que me niega un puesto en el sector Farmacias...-
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