Occhetto sella en Italia la creación del Partido Democrático de la Izquierda
"Hoy empieza una nueva y apasionante aventura", dijo ayer Achille Oechetto, secretario del nuevo Partido Democrático de la Izquierda (Partito Democratico della Sinistra, PSD), nacido del viejo Partido Comunista Italiano (PCI), en su discurso final al congreso reunido en Rímini. De los 1.247 delegados asistentes con derecho a voto, 931 participaron en la votación del nuevo partido, y de éstos, 807 lo hicieron a favor, 75 en contra y 49 se abstuvieron.
Acchile Ochetto dijo en su discurso: "Hoy es un momento importanl 'e para nuestra historia individual, para nuestro quehacer colectivo, al mismo tiempo que será un momento memorable para la historia política de Italia".Eran las 11.38 y desde hacía casi dos horas, en la gran sala del congreso comunista, no entraba ya ni un alfiler. Se respiraba el clima de los grandes acontecimientos y se esperaba con curiosidad la intervención de Occhetto, el artífice del histórico cambio del PCI en una nueva fuerza política, democrática y de izquierdas.
Y Ocehetto tuvo ayer la habilidad, reconocida hasta por sus adversarios políticos, de saber transformar el clima de funeral del primer día del congreso en un acontecimiento vivido con entusiasmo y con pasión por la asamblea. El secretario general consiguió enardecer a los asistentes, que le briridaron frecuentes y largos aplausos. Hasta en la ciudad de Rímini había cambiado el clima: frío, de niebla y nieve el primer día; y de sol, radiante, ayer.
Ocehetto supo responder con eficacia a las críticas que se le habían hecho. Leyendo un periódico que había escrito: "Craxi suspende tres veces a Occhetto", respondió provocando risas y aplausos: "¿Pero quién es Craxi? ¿Quién puede arrogarse el derecho de aprobar o suspender a una fuerza política?". Y añadió: "Si los socialistas han conseguido fijar el justo precio para otro largo abastecimiento de pan a la Democracia Cristiana, adelante". Y levantando la voz dijo: "Esta política sorda y paralizadora es el espejo fiel de una vieja clase política miope y cada vez más alejada del país, cada vez más prisionera de sí misma".
Occhetto afirmó con relación a la guerra del Golfo que lo que en realidad divide hoy a Italia y al mundo es "si existe un límite a la fuerza, aunque sea empleada en nombre de la ONU". El secretario del nuevo partido afirmó que hay que respetar las opciones de todos, porque se trata de un dilema que atormenta las conciencias, pero que precisamente por eso nadie tiene el derecho de estigmatizarles a ellos porque hayan apostado por la paz como instrumento para resolver los conflictos y no por la guerra. Y añadió: "Es increíble que a las puertas del año 2000 la guerra se haya convertido para algunos en sinónimo áe modernidad, y la paz, de retroceso".
"Deberán contar con nosotros"
Occhetto, que supo ayer hablar al congreso con empuje y serenidad al mismo tiempo, dando a los delegados y a los militantes presentes una inyección de optimismo tras los dolores de la gestación y del parto del nuevo partido, exclamó: "Ahora que somos la mayor fuerza de la izquierda democrática de este país todos deberán contar con nosotros y con nuestra nueva propuesta política. Todos deberán rendir cuentas a una Italia harta y aburrida de una vieja política. (...) Lo nuestro es un desafío. (...) Desde ahora comienza para nosotros y para el país una nueva y apasionante aventura".
No tuvo Occhetto ni una palabra para el pequeño grupo de Armando Cossutta (un 6% de los delegados del congreso), que, acabado el discurso del secretario, anunció a la prensa su decisión de no adherirse al nuevo partido. Oechetto se limitó a decir: "El proceso abierto el 12 de noviembre de 1989, que nos ha mantenido a todos en una especie de congreso permanente, ha concluido hoy su camino. Ahora cada uno tomará su ruta, pero la mayoría de nosotros empezará desde este momento a dar vida al nuevo PDS para hacer crecer la gran fuerza democrática de la izquierda italiana".
La Internacional socialista fue cantada y rimada con palmas, y hubo flores para Occhetto y hasta lágrimas de emoción.
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