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GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

14 austriacos, implicados en la venta de armas a Irán e Irak

Catorce ejecutivos austriacos de máximo nivel en una empresa estatal tendrán que cumplir condenas de hasta dos años y medio de prisión por haber vendido ¡legalmente armas a Irán vía Libia y a Irak vía Jordania. El juicio, que comenzó en abril del año pasado, terminó en la noche del viernes en la ciudad industrial de Litiz, y los ejecutivos de los cañones, como les llama la prensa local, han reaccionado indignados por el veredicto echando la culpa al Gobierno de entonces (198 5) y calificando las sentencias de "porquería".Los administrativos de la fábrica estatal de armamento Noricum fueron acusados de poner en peligro la neutralidad de Austria, donde existe una ley que prohibe la venta de material bélico a países con crisis interna o en guerra.

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El caso Noricum ha aumentado el repudio nacional de las últimas semanas, cuando se ha publicado que por lo menos 23 empresas austriacas han vendido material de guerra a Sadam Husein durante toda la década de los ochenta y algunas hasta pocos días antes del 15 de enero, cuando vencía el ultimátum del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Según fuentes cercanas a una comisión parlamentaria que investigó el caso, en las exportaciones se incluyen gases y productos químicos relacionados con armamento, acusación categórica mente rechazada por los involucrados. Las empresas austriacas que abastecieron a Sadam Husein Figuran en tercer lugar en el informe La legión extranjera de Sadam, presentado por el senador norteamericano Jesse Helms al presidente George Bush.

La defensa de los acusados argumentó en dos direcciones: una, responsabilizar a la clase política y al Gobierno de entonces de que estaban enterados de los envíos de armas, pero que se mantuvieron en silencio y no frenaron las operaciones. La otra argumentación de la defensa para restar gravedad a la venta ilegal de armas fue calificar la operación como un "delito de caballeros", aludiendo que esta venta fue decidida para salvar de la bancarrota a la empresa estatal Noricum evitando un despido masivo de trabajadores.

El juez de la causa, Karl Makovski, afirmó que éste "no fue un delito de caballeros, porque se ha puesto en peligro la neutralidad y los cañones son máquinas para matar con un enorme potencial de destrucción". El hecho de que el ex canciller federal de Austria Fred Sinowatz, el ex ministro del Interior Karl Blecha y el ex ministro de Asuntos Exteriores Leopold Gratz conocieran los envíos "no resta responsabilidad a la cúpula empresarial", aseguró el juez Makovski.

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