Irán y Argelia solicitan un alto el fuego inmediato
Los ministros de Exteriores de Irán, Alí Alíbar Velayati, y de Argelia, Ahmed Ghozali, pidieron ayer "el cese inmediato de la guerra para buscar una solución pacífica". Tal llamamiento, difundido por la agencia de noticias iraní, Irna, fue el único signo tangible de que la capital iraní se había transformado en "centro diplomático para apagar la llama de la guerra", tal como describió Radio Teherán la coincidencia en el país de altos funcionarios de Irak, Yemen, Argelia y Francia.
En principio nada dejaba prever que se produjera una reunión cuatripartita entre los anfitriones y los enviados de Bagdad, Sana y Argel, pero los contactos bilaterales -mantenidos en la más absoluta reserva- podrían dar algún resultado. Los observadores se muestran cautelosos, aunque la República Islámica parece comprometida a proseguir sus esfuerzos en pro de la paz en la región y, con tal motivo, sus dirigentes se esforzaron ayer por dejar clara su estricta neutralidad en el conflicto.Sus declaraciones parecían orquestadas, desde un portavoz que negó haber permitido el uso de su espacio aéreo a la aviación aliada, hasta diversos dignatarios religiosos que aprovecharon las plegarlas del viernes para marcar la diferencia entre la solidaridad con el pueblo iraquí y el apoyo a sus dirigentes. Del mismo modo, varios responsables insistieron en la intención de retener hasta el fin de la guerra los aviones y barcos beligerantes que penetrenen su territorio.
Sólo la intervención de Israel podría cambiar esa actitud de firmeza.
"Si Israel es tan estupido como para responder a los ataques de los misiles iraquíes, el líder y los responsables de la República Islámica tomarán, sin duda, una postura muy diferente de la actual", manifestó el vicepresidente del Parlamento iraní, Asaciulá Bayat, en el sermón que dirigió a los fieles de Sanyán, al noroeste de Irán.
Ayudar al vecino
El conductor de las plegarias en la ciudad sagrada de Qom, ayatola Alí Akbar MeshkÍni, por su parte, se mostró partidario de que Irán ayude al pueblo iraquí, pero no a su líder, Sadam Husein, que llevó a su país a la guerra contra la República Islámica. "Sadam y sus segidores, son todos unos criminales y agresores", aseguró Meshkini. El día de Jomeini, al sur de Teherán. "No entramos en guerra en beneficio de ninguna de las partes, pero eso no quiere decir que seamos espectadores de una escena en la que tantos daños se está causando a Irak", declaró.
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