Gracias a Theo
Quisiera recordar con esta carta que el 25 de enero se ha cumplido el centenario de la muerte de un hombre que, a pesar de ser tan sólo un empleado, fue un generoso mecenas: Theodorus van Gogh, el cual tuvo durante mucho tiempo en su propia casa una de las más grandes colecciones de pintura jamás reunidas, los cuadros de su hermano Vincent.Hoy es fácil creer en Van Gogh; hace un siglo era muy diferente, y Theo fue sin duda el primero, empeñando -como su hermano- su vida en dejarnos los van goghs que ahora tanto apasionan. También gracias a Theo, Vincent pudo dejarnos su otro gran legado: sus famosas Cartas a Theo.
Supongo que a veces Theo tendría sus dudas; todo ese esfuerzo y dinero en un hermano indigente, casi cuarentón, cuya pintura muy pocos apreciaban... Cómo me hubiera gustado visitarle entonces en su casa de Rue Lepic para contarle todo lo que ocurriría después, todo lo que él nunca vería. Gracias, Theo
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