Los fiscales del Supremo debatirán la absolución a un sacerdote de agresión sexual a tres deficientes
La junta general de fiscales del Tribunal Supremo, que preside el fiscal general del Estado, Leopoldo Torres, debatirá hoy la propuesta del fiscal jefe de Cuenca, Juan Carlos López Coig, de interponer recurso de casación contra la sentencia que absolvió al sacerdote Ignacio Ruiz Leal de los delitos de violación y agresión sexual a tres deficientes mentales.
El fiscal López Coig denunció presuntas irregularidades judiciales en la tramitación de la causa y propone que el recurso se fundamente en la ruptura de los principios procesales de publicidad y contradicción. La denuncia, formulada por el fiscal jefe de Cuenca ante la Inspección Fiscal para su eventual traslado al Consejo General del Poder Judicial, a efectos disciplinarios, fue contestada desde Madrid en el sentido de dejarla en suspenso hasta tanto el Tribunal Supremo resuelva el recurso de casación contra la sentencia absolutoria. La Audiencia Provincial de Cuenca se acogió, para absolver al procesado, entre otros, al criterio de que para condenar es precisa la certeza con exclusión de toda duda. La acusación particular, ejercida por la Asociación de Padres y Amigos de Deficientes Mentales de Cuenca (Aspadec), ha anunciado el recurso.La propuesta de recurso del fiscal jefe de Cuenca fue estudiada la semana pasada por un grupo de fiscales de la Sala Segunda de lo Penal del Tribunal Supremo, en cuyo seno las posiciones se mantuvieron muy divididas. Varios fiscales esgrimieron la estrechez jurídica del recurso de casación, y a estas razones formales otros fiscales opusieron la conveniencia de llevar ante el Supremo un caso en el que la actuación judicial se produjo en medio de un apoyo incondicional de los sectores eclesiásticos, encabezados por el obispo de Cuenca, José Guerra Campos, en favor de la inocencia del sacerdote.
Ante la falta de consenso entre tales fiscales, el asunto se trasladó a la Junta general de fiscales del Supremo que se celebra hoy, presidida por Torres y con asistencia del teniente fiscal del Supremo, Cándido Conde-Pumpido. La opinión mayoritaria de los miembros de esta junta no es vinculante para el fiscal general.
La sentencia cuya impugnación propone el fiscal López Coig fue dictada el 28 de diciembre último por la Audiencia Provincial de Cuenca. Entre los hechos declarados probados por el tribunal figura la existencia de una denuncia presentada ante la Fiscalía por Aspadec, que recoge las confidencias de tres deficientes mentales de 27, 22 y 17 años, respectivamente, sobre la supuesta invitación sucesiva del sacerdote, de 37 años, para que subieran a un piso en venta cuya llave poseía para darle un refresco ["una fanta", según la denuncia] en el primer caso, regalarle ropa en el segundo y darle un reloj en el tercero.
La Sala recoge del relato del fiscal, hecho suyo por la acusación particular, la versión de los denunciantes de que el primero fue duchado, secado con una colcha y acariciado en "sus partes". Según la misma versión, al segundo, que había sido alumno del sacerdote, éste le hizo desnudarse para probarle ropa y le tocó en sus órganos genitales. Por último, al tercero le tumbó en una cama, le hizo ponerse a gatas y "le hizo mucho daño en el culo". El fiscal aportó un dictamen pericial sobre el sacerdote, según el cual presentaba "tendencias homosexuales".
Contradicciones y dudas
En los fundamentos jurídicos de la sentencia, el tribunal se refiere a numerosas contradicciones de las presuntas víctimas sobre la fecha, hora y lugar exactos en que ocurrieron los hechos y sobre la descripción precisa y detallada de lo ocurrido, así como al escepticismo manifestado por algunos familiares y allegados de los jóvenes y a la divergencia de los dictámenes médicos sobre la existencia o no de penetración anal en el supuesto de violación.
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