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GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

Egipto relativiza sus diferencias con Irak

Ángeles Espinosa

Las autoridades egipcias han adoptado la actitud de no darse por aludidas en la campaña de propaganda que Irak ha emprendido contra ellas. Así, la última soflama de Radio Bagdad, en la que se acusaba al presidente Hosni Mubarak de "deplorablemente estúpido" y se predecía su pronto asesinato, pasó ayer sin el menor comentario. Antes bien, El Cairo intenta dar la imagen de que no tiene nada contra Sadam Husein y que podría colaborar con él después de la guerra."Ciertamente, no estamos en favor de la destrucción de un país árabe ni de un cambio de Gobierno", manifestó anteanoche el ministro de Estado de Asuntos Exteriores egipcio, Butros Gali. "Hemos coexistido con el Gobierno de Sadam Husein y creemos que si se retirara de Kuwait podríamos seguir haciéndolo e incluso colaborar con él", añadió Gali en un aparente intento por distanciar la postura de Egipto de la de Estados Unidos.

Esta precisión responde, al decir de los analistas, al creciente criticismo árabe por su partipación en la alianza multinacional que combate a Irak. El Cairo ha enviado 40.000 soldados a la península Arábiga, y tal decisión empieza a ser contestada también dentro del país.

"Todavía está limitado [el descontento] a una minoría razonable, yo no diría que supere el 10% o el 15%", ha asegurado por su parte Osama al Bas, consejero político de Mubarak. Esta opinión es compartida también por medios diplomáticos del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) en la capital egipcia. De todas formas, para éstos, "en interés de los miembros del CCG y de Egipto, Sadam debe salir".

"Resulta una amenaza para la estabilidad del mundo, es el líder árabe que más ha hecho en interés de Israel en la historia moderna, y además ha creado un mal sentimiento entre las naciones árabes", ha asegurado a esta corresponsal, bajo condición de anonimato, un embajador del CCG. La impresión es que Egipto, con declaraciones como las de Gali, intenta contrarrestar esa creciente crítica interna y a la vez abrirse camino en el campo de la conciliación para poder jugar un papel importante en la posguerra.

Por otra parte, el ministro sirio de Información, Mohamed Salmán, precisó ayer que el gobierno de Damasco no aceptará una conferencia internacional de paz para examinar todos los problemas de Oriente Próximo a la vez. Salmán insistió en que "Siria apoya la conferencia para el arreglo del conflicto árabe-israelí de acuerdo con las resoluciones de la ONU", pero expresó su oposición a vincularlo al asunto del Golfo.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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