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La quema de los orinales

534 familias realojadas dejan atrás la pobreza de las chabolas de Carabanchel

Las 534 familias que serán realojadas esta semana en los nuevos bloques del Camino Alto de San Isidro, en Carabanchel Bajo, llevan más de cinco años esperando abandonar sus chabolas. En 1986, el entonces alcalde, Enrique Tierno Galván, colocaba la primera piedra de estas viviendas, que forman parte de las 1. 184 previstas para Carabanchel en el programa de barrios en remodelación. Antes del traslado, los futuros inquilinos de los nuevos bloques quemarán en hogueras sus barreños y orinales, símbolo de las carencias que desean dejar atrás.

Los adjudicatarios de las nuevas casas se muestran impacientes por entrar a vivir en ellas. Han sido muchos años de espera en infraviviendas de ladrillo con techos de uralita. En estas chabolas, situadas en los distritos de Carabanchel y Latína, durante los últimos días se acumulan los preparativos del traslado tantas veces soñado. El cambio va a ser sustancial. De viviendas angostas con menos de 40 metros cuadrados de superficie, con goteras y sin agua corriente, pasarán a pisos de 60, 70 y 90 metros cuadrados, con gas ciudad y, por supuesto, cuarto de baño."Si podemos mudarnos esta semana, el miércoles haremos una gran hoguera y quemaremos los orinales y barreños que hemos tenido que utilizar durante todo este tiempo sin cuarto de baño", explica exaltada Mari Caballero. Esta madre de familia extremeña, de 33 años, lleva 12 viviendo en una casita de la calle de Agustín Rodríguez Bonet con su marido, Antonio Hurtado, y sus tres hijos, de 13, 11 y 7 años. "El pequeño tiene reúma por la humedad", afirma Antonio. El niño, ajeno a toda la historia, juguetea con la llave del nuevo piso que le han entregado simbólicamente en el acto de inauguración de las nuevas casas.

También en la calle de Agustín Rodríguez Bonet viven desde hace 20 años Juan José Barboza y Josefa Sánchez, su madre. La vivienda es, si cabe, más pequeña que la de Mari y Antonio. Consta de un dormitorio y una sala-cocina-alcoba, con la particularidad de que el techo en algunas zonas no alcanza los 170 centímetros de altura.

"Este bote nos sirve para hacer todas nuestras necesidades", explica Josefa sin entrar en detalles escatológicos. "Lo bueno del barrio de chabolas eran las tertulias en la calle durante el verano", asegura Juan José con un positivismo a prueba de bomba, "`Pero no importa, porque ya nos reuniremos en los jardines de los nuevos bloques", concluye mientras cuenta los días que les quedan para entrar en su futura casa.

De las 534 familias que ocuparán los nuevos bloques, la mayoría habita en Carabanchel, aunque 132 proceden de Latina. Las familias (le Carabanchel se distribuyen en varios grupos: 40, de la Bolsa de Deterioro Urbano de Mercedes Arteaga, entre las calles de Agustín Rodríguez Bonet y de Joaquín Martín; 39, de expropiaciones en la misma zona; 62, sanquis (viviendas prefabrica das) de la calle de Armengot, y 30, de las chabolas pegadas a la carretera de Toledo. Del distrito de Latina procedenlas 56 famillas de la barriada de Jauja y las 76 del Cerro de la Mica.

56 nuevos "sanquis"

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Estas 534 viviendas, coristruidas en ocho bloques con jardín, forman parte de las 1,184 previstas por el Programa de Barrios en Remodelación para Carabanchel. En una primera fase fueron entregados 190 pisos en la calle de Roger de Flor. Quedan por construir 460 viviendas para completar el programa de erradicación de la infravivienda en este distrito del sur de Madrid."Llevarnos desde 1972 intentando conseguir una vivienda digna para los habitantes de chabolas del Camino Alto de San Isidro", asegura Julia García, presidenta de la Asociación de Vecinos Carabanchel Bajo San Isidro. ""Ahora tenemos que lograr que se construyan sanquis para las 56 familias gitanas que viven en las chabolas del Arroyo de Valdecelada", añade. Estas chabolas, de cartón y lata, se encuentran pegando a los nuevos bloques en una colina del parque de San Isidro. La asociación de vecinos quiere que se abran tiendas de artículos de primera necesidad en el barro. Se construirá también un conservatorio, precisamente en la calle de Isaac Albéniz, una escuela y un centro cultural.

El Programa de Barrios en Remodelación nació el 24 de mayo de 1979 a partir de una orden ministerial comunicada por el ministro dé Obras Públi cas, Jesús Sancho Rof. San Blas, Orcasitas, Carabanchel y la Ventilla son algunos de los barrios en donde desde entonces se está llevando a cabo dicho programa. El Boletín Oficial del Estado del 18 de juniode 1984 recogía diversos plazos para la construcción de las viviendas de Carabanchel. La edificación de la segunda fase de viviendas -aproximadamente las que ahora se han concluido- estaba prevista para 1984.

En 1986, el entonces alcalde, Enrique Tierno Galván, puso la primera piedra para la construcción de los 534 bloques del Camino Alto de San Isidro. Las viviendas fueron inauguradas ayer por el presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina; el gerente del Instituto de la Vivienda en Madrid (Ivima), Miguel Ángel Pascual; el presidente de la Junta Municipal de Carabanchel, Manuel Martínez-Blanco, y representantes de la Asociación de Vecinos Carabanchel Bajo San Isidro. Con este motivo se celebró una fiesta con música y sangría en la que se entregaron llaves de los pisos a algunos ni¡íos que dentro de poco vivirán en ellos.

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