Las víctimas no son sólo militares

Peter Arnett, el único corresponsal de la cadena norteamericana de televisión CNN que permanece en Bagdad, aseguró ayer que no tenía ninguna duda de que los bombardeos de la fuerza multinacional sobre territorio iraquí han afectado seriamente a áreas habitadas por civiles. El periodista, cuyas informaciones están causando cierto malestar en círculos del Pentágono, que han llegado a acusarle de actuar como un vehículo más de la propaganda del régimen iraquí, insistió en que los aviones aliados no han atacado únicamente objetivos militares. "Informo de lo que veo y creo que es suficientemente válido. He visto los efectos de las bombas, casas destruidas v los residentes de las áreas visitadas no han hecho más que confirmar los ataques", dijo Arnett.

El corresponsal de la CNN visitó algunas de las zonas dañadas por las bombas y pude ver algunos vídeos que mostraban 23 viviendas totalmente destruidas y 23 cráteres de grandes dimensiones en el suelo. Un total de 24 personas perdieron la vida en este bombardeo.

Las autoridades iraquíes aseguran que las víctimas eran, en su mayoría, campesinos que no pudieron protegerse de las bombas debido a la inexistencia de refugios en aquella zona. "Un instituto técnico fue destruido", añadió Arnett.

El periodista confesó no tener ninguna idea precisa del curso de la guerra debido a las limitaciones para obtener información fiable en este sentido. "He visto convoyes militares circulando por Bagdad. Muchas de las tiendas están abiertas. Creo que todavía estamos esperando a que ocurra algo. Sadam Husein dijo anoche que las pérdidas sólo se pueden justificar con la victoria total, lo que me induce a pensar que las pérdidas sufridas son considerables", apuntó Arnett.