Ozal:"No olvidéis que somos una nación de guerreros"

GEORGINA HIGUERAs ENVIADA ESPECIAL "La guerra no es nada por lo que haya que temer. Nos hemos acostumbrado a una vida de lujo y no queremos perderla, pero nunca olvidéis que somos una nación de guerreros", dijo el presidente turco, Turgut Ozal, al comentar por la televisión nacional la apertura de la base de Incirlik al uso de las fuerzas aéreas norteamericanas. El Gobierno seguía anoche estudiando la conveniencia o no de contestar oficialmente a la carta enviada por el ministro de Exteriores iraquí, Tarek Aziz, a su homólogo turco, Ahmed Kurtcebe Alptemocin, en la que se advertía a Turquía "de las consecuencias" que su apoyo a EE UU podía acarrearle.

El presidente Ozal se reunió ayer durante más de dos horas con los directores de todos los periódicos y agencias de noticias de Turquía para pedirles el apoyo a su política exterior, que no encuentra en la oposición parlamentaria. "Nos ha pedido que nos autocensuremos en bien de la nación", dijo a EL PAÍS uno de ellos. La prensa turca se encuentra en manos privadas, y aunque algunos de los periódicos son progubernamentales, en la cuestión de la guerra han tenido que ponerse a favor de la opinión pública, que en un 87% está en contra. Hasta la crisis del Golfo, puede decirse que existía un cierto consenso entre la oposición turca y el Gobierno en cuestiones de política exterior y que afectan a la seguridad del Estado. La situación ha cambiado ahora radicalmente, y todos los partidos critican con dureza 1a facilidad con la que Ozal lleva al país a la guerra".

"Turquía obtuvo recompensa por participar en la guerra de Corea [1950]: su entrada en la OTAN, y Ozal se ha creído que por participar en la del Golfo obtendrá la entrada en la Comunidad Europea", afirma el profesor de la Universidad de Gazi, Rorkmaz Alemdar. "Estados Unidos ha buscado cómplices para hacer esa guerra, y a Ozal se lo ha encontrado con los brazos abiertos", añade.

Queja oficial

Ankara se ha quejado oficialmente a diversos Estados de la OTAN, en particular a Alemania, Bélgica y España, por la actitud "negativa" de éstos ante la obligación, según el tratado de Washington, de respaldar a Turquía si es atacada. Esos tres países, y muy especialmente Alemania, han criticado a Turquía por las facilidades dadas al Pentágono para atacar a Irak desde territorio turco. El Ministerio de Exteriores también ha reaccionado contra el descontento que ha creado en el mundo árabe esta política antiiraqui. Según el portavoz del Ministerio, Murat Sungan, Turquía no ha hecho mas que cumplir con las obligaciones derivadas de las resoluciones del Consejo de la ONU.

El segundo cuerpo del ejército turco, estacionado en el este del país, ha sido puesto en estado de máxima alerta. Alemania ha enviado otros 80 carros de combate Leopard-1, que son los vehículos más preparados para avanzar en terreno tan montañoso.

Mientras se suceden los movimientos de tropas y nuevas unidades de infantería son acantonadas en la frontera, ayer se autodispararon otros dos misiles Patriot en la base militar de Diyarbakir.