Tel Aviv recupera su posición de gran aliado de EE UU
El acercamiento entre Estados Unidos e Israel se refleja no sólo en la cada vez más estrecha cooperación militar, sino también en el terreno político y económico, según estiman diversos observadores políticos. Después de una eventual derrota de Sadam Husein y del fin de la guerra del golfo Pérsico, el conflicto árabe-israelí y, especialmente, la cuestión palestina, ocupará el primer lugar de la escena mundial.Una vez más, los países árabes, con el apoyo de Francia y de otros países europeos, exigirán la celebración de una conferencia internacional, bajo los auspicios de Naciones Unidas. El primer ministro israelí, Isaac Shamir, habría pedido y obtenido garantías del presidente norteamericano, George Bush, de que EE UU no patrocinará ninguna conferencia internacional, cuyo marco y procedimiento serían considerados inaceptables por Israel. [La cadena estadoun Idense de televisión ABC informaba ayer de que Bush habría dado garantías de que no apoyará ninguna conferencia antes del año 2.000].
"El Estado hebreo está a punto de recuperar el estatuto especial del que se ha beneficiado por parte de Washington durante mucho tiempo", declaró ayer un diplomático estadounidense, quien anadió: "Ello se debe a que el Gobierno de Israel ha sabido mostrar una extraordinaria madurez y comprensión para los intereses vitales de EE UU, desde el comienzo de la crisis del Golfo".
El subsecretario norteamericano de Estado Lawrence Eagleburger llegó el domingo a Tel Aviv, en su segunda visita a Israel en nueve días, para asegurar a los dirigentes israelíes que las fuerzas aliadas están haciendo todo lo posible para acabar con los misiles iraquíes Scud, y para insistir en la importancia de que Israel evite responder a Sadam Husein.
En Tel Aviv, Eagleburger visitó a una familia, cuya vivienda fue destruida por uno de los misiles iraquíes que cayeron sobre la ciudad.
El acercamiento entre Estados Unidos e Israel tiene también incidencias económicas. Además de las compensaciones a las familias que han perdido sus viviendas hay que tener en cuenta las pérdidas, debido a la paralización de las actividades económicas, en Tel Aviv y Halfa, dos de las regiones más industrial izadas del país.
A ello se añade el incremento de los gastos para la defensa de Israel. Un primer gesto de Washington ha sido la entrega de los misiles Patriot a un precio reducido: 40 millones de dólares por batería en vez de los 120 millones que Israel debería desembolsar en condiciones normales.
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