Los judíos de París se movilizan contra "Sadam-Hitler"
En el barrio parisiense del Marais, cientos de jóvenes judíos franceses se declararon ayer dispuestos a viajar de inmediato a Israel para luchar contra Sadam. La comunidad judía francesa, la más importante de Europa occidental por su número -700.000 miembros- y su influencia, tenía asimismo organizado su propio sistema de defensa frente a posibles agresiones y atentados provocados por la guerra del Golfo.Los grupos más extremistas del judaísmo galo, Betar y Tagar, reconocían haber reforzado sus embriones de milicias comunitarias. Señalando a los numerosos policías que protegían el Marais, un militante de Betar dijo: "Eso está muy bien. Pero la historia nos ha enseñado a contar únicamente con nuestras propias fuerzas". Betar es la sección francesa de la organización paramilitar sionista creada en 1930 por Jabotinsky. En numerosas ocasiones sus militantes han atacado locales y concentraciones ultraderechistas en París. El conflicto del Golfo también ha multiplicado la fuerza de Tagar, hace unos meses un mero grupúsculo ultrasionista. Muchachos de Tagar, con la kipa en la coronilla, repartían ayer en el Marais octavillas declarando la guerra a "Sadam-Hitler" e invitando a sus correligionarios a "volar en ayuda de Israel".
Situado en el corazón de París, el Marais es el barrio histórico de los judíos. Su paisaje es el de las carnicerías y restaurantes kocher, las sinagogas y escuelas talmúdicas y los caballeros barbudos y enlutados como los del barrio jerosolimitano de Mea Shearim.
En la Rue des Rossiers, pese al sabat, todo el mundo decía ayer estar movilizado y lucía las ojeras de tres noches pasadas en blanco. El temor por el destino de Israel y por la posibilidad de atentados antisemitas en París había sustituido al entusiasmo del primer día de la guerra del Golfo. "Aquí vivimos con los pies en Francia y la cabeza en Israel", reconocía una vecina.
Alex, un comerciante de la Rue des Rossiers, informó que él y sus colegas han adquirido "armas defensivas" y organizado "un sistema de protección colectiva". Los bancos, escuelas, centros religiosos y otras instituciones judías estaban custodiados por guardas jurados acompañados de perros dóberman.
Los notables de la comunidad judía francesa llamaron ayer a la moderación. "No caigamos en la provocación, no arrojemos aceite al fuego", pidió Kahn. Sin embargo, a los jóvenes del Marais les pesaba más la indignación y las ganas de luchar. "Sadam quiere aplastar a todos los judíos del mundo", dijo Serge, alumno de una escuela confesional del Marais.
Las gentes del Marais eran partidarias de una "contundente respuesta" a las "provocaciones criminales de Sadam". La mitad del barrio hablaba por teléfono con parientes en Israel; la otra mitad seguía las noticias de Radio Shalom y las otras dos emisoras judías de París.
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