Lanzamientos retrasados

Los primeros meses del año, superada la resaca de ventas navideñas, forman una de las épocas preferidas por las compañías discográficas para lanzar nuevos productos. El comienzo de la guerra en el golfo Pérsico ya está influyendo notablemente en los planes de trabajo de las casas de discos: grupos y solistas, especialmente los norteamericanos, pueden tener problemas con sus desplazamientos a Europa, y por tanto no van a poder realizar con normalidad sus visitas de promoción; resulta Ilógico, según la actual política discográfica, lanzar un álbum sin poder realizar la habitual campaña de apoyo. La única solución lógica, según las compañías discográficas multinacionales, es "retrasar los lanzamientos a la espera de novedades".Los nuevos trabajos de Susanna Hoffs (líder de The Bangles) en solitario, de Michael Bolton y de Martika, todos ellos artistas de CBS, es posible que tengan que retrasarse unas semanas. Lo mismo sucederá con el nuevo elepé de Bruce Springsteen, previsto para el mes de abril. Su manager, John Landau, declaró recientemente que la intención del artista era realizar el lanzamiento en paralelo al disco en solitario de su mujer, Patti Scialfa. Otras fuentes aseguran que Springsteen no pondrá su disco a la venta hasta el próximo verano. El conflicto bélico cierra momentáneamente las puertas de Europa a la cantante norteamericana, que tenía previsto realizar una intensa campaña de promoción.

Lenny Kravitz, una de las sensaciones del mundo del rock durante el pasado año, asegura no tener demasiada problemas porque su nuevo disco tarde algo más en estar en las tiendas. "Tal y como están las cosas es ridículo tener prisa por nada", dice. "Lo importante es lograr la paz. El resto son asuntos secundarios".

El cantante británico Sting lanza en España su nuevo álbum, titulado The Soul Cages, esta misma semana. Como Kravitz, Sting pide "una nueva oportunidad para la paz" y asegura no modificar en nada sus planes promocionales. "Los próximos días serán decisivos para todos", afirman responsables de la multinacional WEA, "y de cómo se desarrollen dependerá el futuro cercano del pop-rock".