Las multinacionales norteamericanas ordenan a sus filiales en España que refuercen las medidas de protección

"Desde el botones hasta el director tienen que estar vigilantes de lo que pasa". Son órdenes de la casa matriz del Chase Manhattan, uno de los principales bancos norteamericanos establecidos en España. "Se trata de una vigilancia discreta, porque no queremos dar idea de pánico", dice uno de sus directivos, que explica cómo en los últimos días se han extendido las medidas de seguridad hasta "los que aparcan o pasean por los alrededores".

Esta filial bancaria ha aumentado las precauciones de tal manera que el director general de la compañía de seguridad contratada por la entidad financiera se ha pasado por las oficinas para supervisar personalmente la situación.Las compañías aereas de Estados Unidos establecidas en España también han recibido órdenes del otro lado del Atlántico a este respecto. En concreto American Airlines ha contratado un servicio de vigilancia privado para las oficinas expendedoras de billetes abiertas al público.

Su plan de prevención de incidentes va más allá de las medidas materiales e incluye una serie de reuniones periódicas de sus trabajadores "para sensibilizarlos". "En situaciones como esta, está claro que la seguridad se mira con cariño", señala un responsable.

Viajes, por ahora, no

La prohibición a los altos ejecutivos de no hacer viajes a Europa ha sido una de las primeras medidas que han tomado las grandes compañías de EE UU. Todas las filiales han recibido a través del fax circulares "mundiales" recomendando "prudencia durante los siguientes días".Desde compañías auditoras como Andersen Consulting, donde han limitado los desplazamientos "a los estrictamente necesarios", a comercializadoras de productos químicos como 3M que ha suspendido los viajes de sus equipos directivos a Europa temporalmente.

Detrás del miedo a un ataque terrorista a los intereses norteamericanos en España se esconde el negocio de las empresas de seguridad españolas que no paran de recibir encargos. Una de las compañías punteras en el sector ha visto como en el mes de enero han crecido un 20% las ventas de aparatos detectores de explosivos y de control de paquetes por rayos X.

Las peticiones abarcan todo el abanico de posibilidades ya que también se han visto debordados para responder a las peticiones de perros adiestrados para detectar bombas. Otras compañías han solicitado poder disponer en cualquier momento de retenes formados hasta por 20 hombres para vigilar sus oficinas centrales. Los guardas jurados son uno de los servicios más demandados en los últimos días para ocuparse de la vigilancia de los esbeltos edificios de oficinas del distrito de negocios madrileño donde están ubicadas muchas de las más importantes firmas.

Por otra parte, el Ministerio del Interior ha reforzado las medidas de vigilancia en tomo a las sedes de las empresas españolas y extranjeras.