González se interesa por las posibilidades técnicas de reducir el Gabinete
El presidente del Gobierno, Felipe González, encargó hace unos días, a principios de enero, una consulta técnica sobre las posibilidades de ejecutar en breve plazo una reforma administrativa que derive en la reducción de varios ministerios, según han informado fuentes socialistas. El presidente se ha mostrado interesado en aprovechar el inminente reajuste en el Gobierno para reestructurar la Administración, fusionar algunos ministerios y poner en práctica las líneas maestras de la reforma que ha defendido, en diversos documentos, el Ministerio para las Administraciones Públicas.
Las propuestas se encaminan a la creación, por ejemplo, de un Ministerio de Infraestructuras, en el que se integrarían los de Obras Públicas y Transportes con algunas competencias de Industria; la creación de una gran área económica, y la fusión de algunos departamentos políticos como Relaciones con las Cortes y Administraciones Públicas.Para ello se aplicarían las reformas que figuran en el libro Reflexiones sobre la modernización de la Administración Pública, editado por el Ministerio para las Administraciones Públicas. Esta obra describe una organización administrativa por módulos, con gestión propia y autonomía presupuestaria, que pueden pasar de un ministerio a otro según convenga en cada caso Así, por ejemplo, la Dirección General de Turismo podría depender bien de Economía o bien de Infraestructuras; el Inem (Instituto Nacional de Empleo), de Trabajo o de Economía; el Insalud, de Sanidad o Trabajo.
Otros organismos modulables -algunos de los cuales ya figuran así en la vigente Ley de Presupuestos- son los institutos de Meteorología, Metrología, la Biblioteca Nacional y el Instituto Nacional de Estadística. El presidente del Gobierno está facultado -merced una disposición final de la citada ley- para reorganizar en cada momento la Administración y mover esos módulos, que pasarían de un lado a otro con su presupuesto correspondiente. Este sistema sería de gran utilidad para rematar las obras previstas con motivo de los acontecimientos de 1992, ya que actualmente existen proyectos que dependen a la vez de varios ministerios.
El problema que encontrará González -y que dificulta su propósito- consiste en el plazo de tiempo que puede necesitar esa reforma administrativa, puesto que en principio la intención del presidente es hacerla simultánea a la resolución de la crisis. En todo caso, esa reestructuración del Gobierno quedaría pendiente para una etapa posterior, puesto que la intención del presidente es aplicarla tarde o temprano, según las referidas fuentes.
El propósito de reducir el número de ministros -actualmente son 16- cuenta con dotar de una mayor importancia y capacidad a los secretarios de Estado, que se convertirían en una especie de ministros gestores, Mientras que las decisiones políticas de envergadura serían adoptadas por el más reducido grupo de miembros del Gabinete.
Fuentes gubernamentales han indicado que el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, respalda abiertamente esta reforma administrativa, defendida también por el titular de Administraciones Públicas, Joaquín Almunia. Precisamente, este ministro se encontraba ayer en Galicia, para asistir a unas jornadas sobre la modernización administrativa.
En esta reunión, Almunia instó a los Gobiernos autonómicos a que pongan en marcha sus reformas administrativas copiando el modelo del Estado. Según Almunia, las administraciones regionales se han constituido "siguiendo el modelo del Estado", por lo que sus reformas deben ceñirse también a este modelo, informa Xosé Hermida.
Almunia se refirió a la necesidad de que las administraciones "compitan en el mercado para captar las personas idóneas".
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