Felipe González ultima la preparación de una inminente y amplia remodelación del Gobierno

Felipe González realizará probablemente una amplia remodelación en su Gobierno en torno a finales de este mes, una vez que la dimisión de Alfonso Guerra ha abierto la crisis en el Gabinete, según destacados dirigentes del PSOE que tienen constancia del deseo del presidente de promover una renovación que devuelva a la opinión pública la confianza en la gestión socialista. Varios miembros del Gobierno y de la ejecutiva del PSOE coincidían ayer en la previsión de que González dejará vacante el puesto dejado por Guerra o que designará dos vicepresidentes, pero en ningún caso cederá todo el poder a una única persona.

A finales del pasado diciembre, cuando todavía no había acordado con Alfonso Guerra la dimisión de éste, Felipe González transmitió a algunas personas de su absoluta confianza el deseo de llevar a cabo una amplia remodelación del Gobierno. En un análisis que coincidía con el de alguno de sus interlocutores, como el ministro para las Administraciones Públicas, Joaquín Almunia, el presidente se mostró consciente de la necesidad de revitalizar la política gubernamental, de rectificar errores y, en consecuencia, de sustituir a ministros que se encuentran claramente desgastados.La gran incógnita para numerosos dirigentes socialistas consistía ayer en la permanencia en el. Gabinete del ministro de Economía, Carlos Solchaga, destacado rival de Alfonso Guerra. En cambio, algunos miembros de la, ejecutiva federal del PSOE auguraban el cese de los ministros de Justicia y de Asuntos Socilales, Enrique Múgica y Matilde Fernández, respectivamente, quienes lograron en el Congreso federal de noviembre pasado mantener sus puestos en la cúpula del partido.

Ninguna de las personalidades socialistas consultadas ayer se atrevía a poner una fecha concreta. a la remodelación del Gobierrio, si bien fuentes del palacio de La Moncloa indicaron que es muy difícil que se realice esta misma semana. Pero la dimisión de Guerra y el anuncio de éste de que González desea llevar a cabo cambios de ministros crean una situación de interinidad de difícil mantenimiento. De ahí que algunos destacados dirigentes del PSOE citaran la última semana de enero como una fecha probable para la remodelación.

Situación anómala

El propio método y escenario utiIzado por el vicepresidente para comunicar su decisión -la clausura del Congreso del PSOE de Extremadura- ha creado una situación ínstitucional anómala. Ni ha sido el Ministerio del Portavoz del Gobierno quien ha comunicado a la opinión pública el cese del vicepresidente ni ha habido hasta el momento explicación política alguna desde el Ejecutivo.

La próxima reunión de la Comisión de Subsecretarios, encargada de preparar las deliberaciones del Consejo de Ministros, será presidida, en ausencia de Guerra, por el ministro para las Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero, lo que redundará en la sensación de provisionalidad, según señalan algunos altos cargos.

Varios subsecretarios del área más estrictamente política consideran incluso que el departamento que encabeza Zapatero, que agrupa competencias tan diversas como las relaciones con la comisión organizadora del V Centenario y con el Centro de Investigaciones Sociológicas, puede verse profundamente afectado por la próxima crisis.

El alcance de la remodelación puede quedar finalmente condicionado por el posible inicio de una guerra en el golfo Pérsico, pero algunas personalidades socialistas aseguran que, en todo caso, González ha ido sugiriendo desde el pasado julio, a menudo en términos enigmáticos, el propósito de efectuar cambios profundos en el Ejecutivo.

El presidente manifestó expresamente entonces el deseo de modificar incluso la estructura y funcionamiento de su gabinete presidencial. Un equipo que dirige Roberto Dorado por decisión de Alfonso Guerra, que está integrado en su mayor parte por personas de confianza del ex vicepresidente y que elaboraba las iniciativas que impulsaba el número dos.

Algunos de los más estrechos colaboradores de Guerra se trasladarán esta semana a la sede nacional del PSOE, donde en los últimos días se han realizado obras para la redistribución de dependencias y algunos funcionarlos han supervisado con especial esmero el acondicionamiento de varios despachos.

Algunos dirigentes que discrepan del estilo del vicesecretario general se declaraban ayer convencidos de que, pese a la salida de Guerra del Gobierno y el distanciamiento evidente entre él y González, la "complicidad" entre ambos seguirá funcionando.