Pérez de Cuéllar y la diplomacia mundial se movilizan para conjurar la guerra
Apenas quedan 100 horas. El secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, y la diplomacia del mundo entero cuentan con sólo cuatro días para conseguir que Irak dé su brazo a torcer y retire sus tropas del emirato de Kuwait. El día 15, fecha en que vence el ultimátum del Consejo de Seguridad de la ONU, quedará abierta la veda a la utilización de la fuerza por parte de EE UU y sus aliados en Oriente Próximo, entre ellos el Reino Unido, Francia, Egipto y Siria. Los ministros de Exteriores de los Doce se entrevistarán hoy en Ginebra con Pérez de Cuéllar, en la víspera de que el diplomático sea recibido en Bagdad por Sadam Husein.El Congreso de Estados Unidos comenzó ayer a debatir una resolución por la que se autorizaría a sus Fuerzas Armadas a desalojar a Irak por las malas si no lo hace por las buenas antes de la medianoche del próximo martes. El fracaso, no por esperado menos frustrante, con que culminó la reunión del miércoles en Ginebra entre los ministros de Asuntos Exteriores de Estados Unidos e Irak, favorece los propósitos del presidente George Bush, deseoso de contar con la luz verde parlamentaria antes de enzarzarse en un conflicto bélico en el Golfo, en el que, entre otras cosas, se jugaría la suerte de Israel.
Pérez de Cuéllar volverá a ofrecer al presidente iraquí el envío de una fuerza multinacional de la ONU a Kuwait, aclarando su disposición a que no participen en ella los enemigos de Irak, según afirmó ayer en Roma el ministro italiano de Exteriores, Gianni de Michelis. Un portavoz de la ONU matizó que Pérez de Cuéllar no lleva un mandato expreso en este sentido, aunque no descartó que esta iniciativa fuese planteada a Sadam Husein.
En la Unión Soviética, el Ministerio de Asuntos Exteriores hizo público ayer un dramático llamamiento a toda la comunidad internacional para que multiplique sus esfuerzos diplomáticos para evitar la guerra.
Los embajadores de la CE en Bagdad hacen sus maletas para abandonar Irak ante los vientos de guerra.
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