Francia, a los 10 años de mandato socialista

( ... ) Cuando François Mitterrand se acerca al final de su décimo año de mandato, Francia se encuentra de un humor ácido. Los índices de popularidad del presidente francés se han desplomado, pero también los de la oposición. Los políticos, como clase, apenas se hallan por encima de las prostitutas en cuanto a prestigio social.Un informe de Le Figaro publicado la semana pasada revelaba que el 41% de los franceses se muestra pesimista respecto al año que comienza, frente al 19% de hace 12 meses. La camarilla política se equivoca una y otra vez, obsesionada con el maniobrerismo de puertas adentro, mientras desatiende los problemas prácticos de los demás.

El exhausto Mitterrand, al igual que los demás líderes de los principales partidos políticos, parece vivir en un mundo aparte. La decisión de Francia de mandar un enviado especial a Bagdad la semana pasada se puede calificar de quijotesca y resulta extrañamente ajena a la realidad del poder global. ( ... )

Nos gustaría pensar que los sectores modernos del país pudieran llegar a hartarse y procedieran a limpiar los establos. Pero las atrincheradas élites políticas son difíciles de mover, como bien saben los electores en Japón, Estados Unidos o el Reíno Unido. La historia de Francia demuestra que los esfuerzos por despedir a la jerarquía política dominante pueden ser realmente complicados.

, 8 de enero