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El petróleo cae por debajo de los 25 dólares y se sitúa al nivel del inicio de la crisis

El barril de crudo brent para entregas en febrero se situaba a media tarde de ayer, en el mercado londinense, por debajo de los 25 dólares, tras caer 1,3 dólares. El descenso, similar al de la jornada precedente, se produjo tras hacerse pública la posibilidad de un encuentro entre representantes de EE UU e Irak. El crudo se sitúa así a precios de agosto, recién iniciada la crisis del Golfo. Por otra parte, un día después de que George Bush admitiera la realidad de la recesión, nuevos datos sobre la banca y las empresas confirman que la declaración responde a una situación preocupante.

En opinión de los especialistas, la ruptura de la cota de 25 dólares el barril supone un hecho de gran importancia que podría situar los precios del crudo en los próximos días por debajo de los 22 dólares, un nivel desconocido desde el mes de julio. El descenso en los precios afectó también al crudo de entrega inmediata. El de tipo brent cotizaba en Londres a media tarde de ayer a 25,50 dólares, un dólar menos que en la jornada precedente y con tendencia a la baja.El anuncio de posibles conversaciones entre representantes de EE UU e Irak, junto con las iniciativas diplomáticas de Francia en Bagdad, de varios países árabes y de países no alineados, han avivado las esperanzas de una solución diplomática al conflicto y han dejado sentir sus efectos en el mercado del crudo que ya el miércoles, en Nueva York, dio síntomas de relajación con. bajadas que se acercaron a los dos dólares el barril.

Por otra parte, según informa desde Washington Albert Montagut, un día después de que el presidente Bush reconociera públicamente que EE UU se halla en un periodo de recesión económica, el Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC), el banco de garantía de depósitos de las instituciones financieras norteamericanos, ha anunciado el pago de 424,4 millones de dólares para tapar la bancarrota del Capitol Bank and Trust Company, una entidad bancaria de Boston. El pago es el más alto de cuantos ha realizado el FDIC en toda su historia.

Al mismo tiempo, el miércoles, la firma Standard & Poors dio a conocer a través de un informe que 143 compañías estadounidenses redujeron los dividendos pagados a sus accionistas el pasado año mientras que 266 se reservaron la información al respecto. En uno y otro caso, según los datos de la sociedad que califica la solvencia de las empresas, tanto el número de compañías que recortaron dividendos como el de las que no dieron información creció el 40% respecto a 1989.

Crisis bancaria

De la magnitud del problema es una muestra el Capitol. La entidad, que cerró sus puertas la pasada semana por orden del comisionado bancario de Massachusetts, es el octavo banco en importancia de los 168 que en 1990 necesitaron la ayuda del FDIC. Pero no sólo entidades como esta tienen problemas. El Citicorp continúa con sus recortes y viendo como sus acciones se deprecian día a día en Wall Street. El Citicorp, la organización bancaria más poderosa de EEUU sigue utilizando sus reservas, recortando su plantilla y reduciendo sus dividendos, mientras en los círculos financieros se sigue hablando de su fusión con otro banco.

La crisis bancaria, la de las cajas de ahorro -las savings & loans-, y el déficit federal no son los únicos problemas que indican la recesión de EEUU. La gente de la calle también comienza a notar la crisis.

El departamento de Comercio acaba de anunciar que la actividad en el sector de la construcción cayó en noviembre hasta el nivel de 1988. El volúmen de gasto del sector alcanzó el pasado año 422.400 millones de dólares, pero a partir de noviembre se inició un descenso que quedó fijado en el 0,6%.

En noviembre también creció el desempleo. Se perdieron 267.000 puestos de trabajo. Los parados se sumaron a los 178.000 que se quedaron sin trabajo en octubre. Fuentes oficales indican que en los próximos meses la situación será aún mucho peor, porque las cifras de empleo de diciembre señalan que el descenso va en aumento.

El sector inmobiliario está estancado. Los precios de las casas descienden. No se compran automóviles. La situación la resume así un banquero español destinado en Nueva York: "No hay dinero fresco".

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