Quayle arenga a las tropas de EE UU desplegadas en Arabia Saudí
¡Good moooorning, Saudi Arabia!". Este grito del actor Robin Williams, Intérprete de la película Good morning, Vietnam, dio comienzo al año 1991 en el desierto saudi. Cientos de miles de norteamericanos, entre ellos su vicepresidente, Dan Quayle, disfrutaron con las cinco horas del programa, radiofónico de Robin Williams, en el que se mezclaron chistes, imitaciones y, rock and roll. Quayle celebró el Año Nuevo con los soldados, a quienes arengó con palabras muy parecidas a las pronunciadas por el presidente George Bush y el secretario de Defensa, Richard Cheney, en anteriores visitas: "Si la guerra es necesaria, será rápida, masiva y decisiva. Haréis vuestro trabajo y volveréis a casa con vuestros seres queridos".Quayle llegó a Dahran el día 31, poco después de las nueve de la mañana, procedente de Riad. Le acompañaba el general Calvin Waller, autor de las conflictivas declaraciones sobre la necesidad de esperar hasta febrero para iniciar una guerra, si esta fuera necesaria. Desde Dahran, capital de la Provincia Oriental, donde están desplegadas las fuerzas norteamericanas, Quayle voló en helicóptero hasta un campamento de marines en el desierto.
"Sadam Husein: o te vas de Kuwait pacíficamente o te echamos a la fuerza", gritó el vicepresidente en cuanto puso los pies en la base militar. Rodeado por los soldados, Quayle explicó que "el presidente Bush está probando todas las posibilidades para acabar con la crisis ya, y pacíficamente. Pero si la guerra es necesaria, será rápida, masiva y decisiva".
La guerra, sin postergaciones
Dan Quayle criticó a los congresistas de Estados Unidos que piden más tiempo para que el bloqueo económico afecte realmente a Irak. "Vosotros habéis sido lo bastante pacientes, como lo ha sido el presidente Bush". En estado de plena euforia, el vicepresidente exclamó que el mundo entero será feliz cuando los norteamericanos expulsen de Kuwait a los iraquíes. "La gente de todo el mundo dirá: 'Dios bendiga a los valientes hombres y mujeres que sirvieron a nuestra nación en el Golfo". Los organizadores de la visita de Quayle procuraron que éste no tuviera que responder a preguntas de los periodistas, pero finalmente accedieron a permitir un fugaz encuentro de 15 minutos. La primera pregunta fue directa a la línea de flotación del vicepresidente: "Viendo a todos estos hombres en el frente, ¿desearía haber servido usted en Vietnam?". Quayle, que utilizó sus influencias familiares para evitar el reclutamiento en aquella época, miró al cielo y respondió: "Serví en la Guardia Nacional de Indiana, y estoy orgulloso de ello".
El vicepresidente norteamericano se entrevistó el domingo en Ryad con el rey Fahd de Arabla Saudí. Estados Unidos plantea a los dirigentes saudíes un aumento de su contribución a los gastos del contingente aliado.
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