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Entrevista:

"Espero dirigir la Orquesta Nacional más de tres años"

Andrés Fernández Rubio

A la pregunta de qué le ha impulalo a aceptar la titularidad de una orquesta cuyo anterior diretor estable, Jesús López Coes, dimitió por desavenencias on los músicos, Aldo Ceccato responde: "Si he aceptado la tituaridad de la ONE, no es porque me la aventura, sino porque conozco muy bien el mecanismo de una orquesta; tengo una experiencia de casi 100 agrupaciones de 30 países, y esto significa que en los últimos 25 años he aprendido mucha más psicología que música. Trabajar con una masa es muy dificil, y particularmente en una masa de músicos. La función del director de orquesta es vivificar el alma, el sentido y la naturaleza artística, moral y proesional de cada uno de los miembros que la forman".

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Ceccato piensa que para triunfar en esta labor la única autoridad que se puede considerar es el conocimiento; de lo contraio, un director puede imponerse sobre los músicos, pero sin conocerlos. De la Orquesta Nacional de España, a la que vio por primera vez hace más de 25 años, cuando seguía como alumno a Celibidache y éste era director invitado, sigue gustándole la calidad latina del elemento humano. Considera que su trabajo con la ONE le llevará no sólo los tres años de contrato. "Espero quedarme aquí un poco más", dice; "para realizar un proyecto imposible en tres años, que no consiste solamente en modernizar el mecanismo operativo de la orquesta, sino también en ponerla en condiciones de alcanzar resultados de altura máxima. Siento un importante deber para 1993, cuando nazcan con gran impulso los Estados Unidos de Europa: que la ONE entre en el ámbito europeo sin miedo, sin complejos, con la mínima inquietud, con el repertorio español, pero también el clásico".

Reforma

Previsiblemente, a partir de 1993 la progresiva liberalización de los mercados de trabajo en Europa actuará contra el reglamento proteccionista de la ONE, que permite únicamente un 10% de extranjeros. Ceccato dice: "Creo que vamos a reformar el reglamento, pero éste es un asunto muy delicado. Yo quiero mantener un alto porcentaje de músicos españoles para preservar la característica típicamente española, pero que tengan una disposición para el gran repertorio sin problemas técnicos o de estilo".Dicha reforma será anterior a 1993, según Ceccato, y se buscará que la organización del grupo sea más elástica. "No en mi interés, sino en el de la propia orquesta. Es un asunto que estamos estudiando con los músicos para evitar enfrentamiento",

añade.

¿Es el estricto carácter funcionarial de la orquesta la situación ideal para estimularla artísticamente? Aldo Ceccato responde: "Yo no soy un titular permanente de ninguna orquesta del mundo, no soy un funcionario de nada, ni quiero estar seguro, pero la mayoría de la gente sí. Hay elementos positivos y negativos en la seguridad. Mi deber es estimular a los funcionarios no con la agresión ni con la fuerza,sino con la persuasión y el conocimiento, para que se aproximen a la música y la amen no como empleados, sino como artistas".

Esa personalidad persuasiva parece heredada en ciertos detalles de Celibidache. Ceccato como su maestro, no trabaja simplemente desde el podio, sino que presta oído a cada uno de los atriles.

"La experiencia americana ha sido bárbara para mí", cuenta "Allí, el 90% de los músicos son empleados. Pero, si no trabajan de forma positiva, pueden ser despedidos y los sindicatos, que son muy fuertes, no harán nada por ellos. En otros lugares, aun que la gente no trabaje, los sindicatos desarrollan una política de protección que es absurda".

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