Dificultades para la prensa

La prensa extranjera vuelve a provocar la indignación de la clase política marroquí. La polémica saltó el lunes en plena Cámara parlamentaria, cuando el equipo técnico y periodístico de Televisión Española fue expulsado del hemiciclo por error, al creer que se trataba de un equipo de la televisión francesa, que en opinión del Gobierno "había insultado a Marruecos".

El error se aclaró y Driss Basri, ministro del Interior y de Información, aseguró claramente que en el país se daba albergue incluso a aquellos periodistas que discrepaban del Gobierno, muchos de los cuales estaban en el hemiciclo.

Pero las afirmaciones del ministro Basri se podrían contradecir aparentemente con la decisión de expulsión de un equipo de la televisión francesa TF- 1, que fue detenido el pasado lunes en Fez y colocado inmediatamente en la frontera. La actuación de la Administración marroquí no es gratuita, según se ha asegurado en medios gubernamentales, ya que el enviado especial de esta cadena de televisión entró, al parecer, al país sin dar a conocer su condición de periodista. Pretendió filmar imágenes de la ciudad careciendo del oportuno permiso que suele conceder el Ministerio de Información. A pesar de no tener este documento, el equipo de TF-1 logró filmar durante 24 horas escenas e imágenes de Fez, emitiéndolas en su país.

Durante el segundo día de estancia en la ciudad, y cuando estaba entrevistando a un joven que explicaba las razones de la protesta, le fue requerido el permiso administrativo para desempeñar su trabajo. Al carecer del mismo, se le invitó a abandonar Marruecos.