Georgia lanza un nuevo desafío al Estado soviético

La república caucásica de Georgia ha planteado un nuevo desafío nacionalista al Estado soviético al abolir de forma unilateral la república autónoma de Osetia de¡ Sur unos días antes de que el Congreso de los Diputados de la URSS debata el Tratado de la Unión, texto que ha de servir de base a la nueva configuración estatal. Osetia del Sur, territorio subordinado a Georgia, con menos de 100.000 habitantes, declaró recientemente su soberanía.

El domingo 9 de diciembre, la región celebró elecciones parlamentarias para un nuevo órgano de poder, el Sóviet Supremo de la Republica Soviética Democrática de Osetia del Sur, es decir una república soviética dentro de la URSS, pero no subordinada a Georgia. La población georgiana de la zona, que es minoritaria, boicoteó las elecciones.Mientras el Parlamento georgiano mantiene un curso independentista, Osetia del Sur, que fue fundada en 1922, aspira a quedarse enla URSS y a unirse con la vecina región de Osetia del Norte, que pertenece a la Federación Rusa. El martes, el Sóviet Supremo de Georgla adoptó la resolución de abolir la república autónoma de Osetia, un gesto sin precedentes que ni siquiera se atrevió a adoptar la república de Azerbaiyán en relación al conflictivo territorio de Nagorni-Karabaj, deseoso de unirse con Armenia.

Ayer, Anatoli Lukianov, presidente del Sóviet Supremo de la URSS condenó como "anticonstitucional" la decisión de las autoridades georgianas. Georgia es una de las repúblicas que se niegan a firmar el Tratado de la Unión, un texto cuya concepción, según dijo Lukianov, será debatida en el Congreso. El superparlamento soviético no aprobará, sin embargo, el Tratado de la Unión como tal, pero decidirá el procedimiento a seguir para ello.

La idea del Kremlin parece ser la de no cortar en ningún momento los vínculos que unen a las repúblicas soviéticas con el centro. Las repúblicas que no quieran firmar seguirán encuadradas en el marco del Tratado de la Unión de 1922, según dijo ayer Lukianov, partidario del sistema de referéndum para ejercer el derecho hasta ahora formal de las repúblicas a salir de la URSS.

Entre las 15 repúblicas que forman la URSS, Georgia es la que ha ido más lejos en su ruptura con el centro. El presidente georgiano, Zviad Gamsjurdia, un antiguo disidente nacionalista, ha anunciado un periodo de transición de cinco años hasta llegar a la independencia.

Por su parte, el partido comunista de la república no sólo perdió el poder en las elecciones del pasado noviembre, sino que se ha declarado independiente del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) sin que exista en Georgia un partido comunista alternativo promoscovita como sucede en las repúblicas del Báltico. Este partido comunista alternativo prosoviético puede, sin embargo, formarse a base de militantes de las zonas de Osetia del Sur y Abjasia. El nuevo dirigente del partido comunista georgiano, Avtandil Margiani, apoya la línea nacionalista del nuevo Gobierno georgiano y está por la independencia de Georgia.

Marguiani, que tiene 45 años, sustituyó a Givi Gumbaridze durante un congreso celebrado el pasado fin de semanaen Tbilisi. Poco después, los comunistas georgianos comenzaron a descolgar en sus locales los retratos del presidente Mijaíl Gorbachov, de Marx, Lenin y Engels.