Borrell acepta partir desde cero en la discusión de la nueva revisión catastral con los ayuntamientos

El secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, aceptó ayer estar dispuesto a iniciar un diálogo "desde cero" con los ayuntamientos para replantear la revisión catastral. Borrell hizo estas manifestaciones en el programa Debate de TVE-1 a lo largo de un polémico y crispado debate en el que intervinieron los alcaldes de Madrid, Agustín Rodríguez Sahagún; Valladolid, Tomás Rodríguez Bolaños; Córdoba, Herminio Trigo, y Toledo, José Manuel Molina.

Borrell afirmó que "el Gobierno había cometido el error de no tener la suficiente capacidad de información para contrarrestar la oleada de desinformación que han puesto en marcha otras fuerzas". "Se ha dicho", dijo que si los valores catastrales se multiplicaban por dos o por tres, los impuestos subirían por dos o por tres y esto no es verdad". Y precisó que "hoy tenemos un catastro que no corresponde a la realidad que reparte mal la carga fiscal, de forma aleatoria, injusta e ineficiente".El alcalde de Madrid, Agustín Rodríguez Sahagún, que mantuvo reiterados enfrentamientos dialécticos con Borrell, subrayó que el error se había producido por la falta de sensibilidad y por haber confundido el valor de mercado con el elevado valor que habían registrado las viviendas por la especulación. Criticó el hecho de no haber contemplado la situación especial de las viviendas de protección oficial, las de prórroga forzosa y los efectos de la elevación del valor del patrimonio en la normativa de concesión de becas.Finalmente Sahagún se mostró dispuesto a participar en una nueva revisión si se daban cuatro condiciones: Consenso entre todas las partes afectadas, establecimiento previo de las normas fiscales que quedarían afectadas, que su aplicación fuera gradual y, finalmente que no se partiera de ninguna posición preconcebida.

La necesidad de replantear la revisión tomando como método el diálogo previo de todas las partes afectadas -la idea más fructífera de todo el debate- fue introducida por el alcalde de Córdoba, Herminio Trigo, quien tuvo la intervención más serena y constructiva de los asistentes. Trigo definió la vivienda como un bien social :cuya regulación jurídica era muy compleja y que de no hacerlo de forma pormenorizada podría generar grandes injusticias. Una vez aceptada la necesidad de consensuar la reforma, el paso siguiente consistió en lograr que el secretario de Estado asumiese que el diálogo se hiciera "partiendo desde cero". Borrell respondió "estoy encantado en discutir otra vez desde donde haga falta".

El alcalde de Toledo, José Manuel Molina, del Partido Popular, fue quien protagonizó los enfrentamientos más polémicos con Borrell, negándose a admitir que la revisión pudiese suponer una rebaja de impuestos para una parte de la población. Molina recordó en varias ocasiones que el aplazamiento de la revisión se había decidido por cuestiones electorales apoyando sus argumentaciones en las manifestaciones del vicepresidente del Gobierno.